Piratas cibernéticos vinculados a Rusia trataron de ingresar al menos en cinco ocasiones a la cuenta de correo electrónico privado de Hillary Rodham Clinton cuando se desempeñaba como secretaria de Estado norteamericana, muestran correos electrónicos divulgados el miércoles.
Se desconoce si abrió algún archivo adjunto, lo que habría dejado expuesta su cuenta.
Clinton recibió los correos maliciosos, que se hicieron pasar como multas por conducir a exceso de velocidad, en un lapso de cuatro horas durante la madrugada del 3 de agosto de 2011. Los correos indicaban a los destinatarios que imprimieran las multas adjuntas, lo que habría permitido a los hackers tomar control de las computadoras.
Investigadores en seguridad informática que analizaron los programas informáticos maliciosos en septiembre de 2011 dijeron que las computadores infectadas transmitirían información de las víctimas a al menos tres servidores de computadoras en el extranjero, uno de ellos situado en Rusia, aunque eso no necesariamente involucra a la inteligencia o ciudadanos rusos.
El miércoles el Departamento de Estado publicó 6.300 páginas adicionales de correos electrónicos de Clinton de un período que abarca la eliminación de Osama bin Laden por parte de fuerzas estadounidenses y la oleada de protestas árabes que sacudió la diplomacia estadounidense.
La difusión de los documentos es la más reciente dentro de la crónica de numerosos correos electrónicos relacionados con la agencia de cuando Clinton se desempeñó como secretaria de estado y la turbulencia de 2011 que tuvo la política exterior estadounidense.
Todos los mensajes fueron escritos por Clinton o enviados por otros a una cuenta privada que utilizaba cuando era la jefa de la diplomacia estadounidense, revelación que persiste desde hace meses como un lastre en su campaña por la candidatura presidencial demócrata.
El 37% de los 30.000 correos electrónicos de Clinton relacionados con su entonces cargo son ahora públicos. El Departamento de Estado tiene intención de difundirlos todos en enero.
Clinton ha enfrentado cuestionamientos cada vez mayores en cuanto a si su sistema de correo electrónico fuera de lo habitual, que incluía un servidor privado en su casa en Nueva York, proporcionaba las garantías necesarias para mantener el secreto y conservar la documentación. Los correos —muchos de los cuales fueron censurados antes de su difusión pública— no han revelado nada escandaloso hasta el momento.
La ex primera dama y senadora por Nueva York sostiene que no había mensajes confidenciales en la correspondencia, pero el estamento de inteligencia ha identificado mensajes que contenían información ultra secreta.
Clinton insiste en que todos sus correos de trabajo eran revisados por el departamento, pero en fecha reciente oficiales del Pentágono descubrieron un conjunto de mensajes entre Clinton y el entonces general David Petraeus correspondiente a los primeros días de ella en el cargo y que no envió al Departamento de Estado.
Como parte de la difusión de los correos el miércoles, funcionarios incrementaron el nivel de confidencialidad de fragmentos de 215 textos, dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Casi todos eran "confidenciales", el nivel más bajo de clasificación. Tres correos electrónicos fueron declarados "secretos", un nivel intermedio de información que aún podría causar serios daños a la seguridad nacional si se les hace públicos.