Bogotá.— El jefe de los negociadores del gobierno colombiano en el diálogo de paz con la organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, manifestó ayer que el papa Francisco jugó un papel “significativo” en el acuerdo sobre justicia anunciado la semana pasada.
“El Papa jugó un papel muy significativo por la paz e igualmente relevante será en el futuro. El Pontífice conversó en dos ocasiones con el presidente [Juan Manuel] Santos y estuvo enterado, y brindó un gran apoyo moral al proceso de paz, y un mensaje de búsqueda de la justicia”, afirmó De la Calle en una rueda de prensa en la Casa de Nariño.
El alto funcionario dijo además que Francisco, “en su condición de liderazgo y en el mensaje que emite, va a continuar colaborando en el proceso de la paz en Colombia durante su papado y tendrá una presencia significativa desde una perspectiva espiritual”.
El gobierno colombiano y las FARC anunciaron el pasado miércoles, en La Habana, un acuerdo en materia de justicia transicional en un acto encabezado por el presidente Santos y el líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.
En su vuelo de regreso a Roma, tras su gira por Cuba y Estados Unidos, el Papa se dijo “muy contento” por el acuerdo de paz en Colombia. En contraste con la versión de De la Calle, el Pontífice señaló que habló de ello tres veces con el presidente colombiano.
Francisco también dijo a los periodistas que no se siente ni quiere ser una estrella pese a haber atraído a multitudes durante su viaje en ese país. “Las estrellas son lindas para verlas. A mí me gusta mirar cuando el cielo está sereno, en verano”, señaló el líder de la Iglesia católica.
“¿Tú sabes cuál era el título que usaban los Papas y que se debe usar? Siervo de los siervos de Dios. Es un poco diferente de una estrella”, respondió el religioso a la reportera que le hizo la pregunta.
Francisco llamó igualmente a superar la crisis de los refugiados en Europa con puentes y no con vallas.
“Todos los muros caen, hoy, mañana, o dentro de 100 años, pero todos se derrumban. No es una solución. El problema permanece. Y sigue con más odio”, señaló.
El Papa se refirió asimismo al sínodo de la familia que comienza la semana próxima. Respecto de los divorciados vueltos a casar, opinó que la solución no puede ser “que estas personas vuelvan a participar en la comunión”. No es la única solución posible, destacó, porque es muy simplista.
Además, criticó la pederastia dentro de la Iglesia católica y cuestionó su encubrimiento. Abusar de niños es “casi un sacrilegio” para un sacerdote, afirmó, “y aquellos que cubrieron estos hechos también son culpables”, remató.