Madrid.— Las dos formaciones catalanas favorables a la independencia de esa región respecto a España: Juntos por el Sí (que engloba a Convergencia Democrática de Cataluña y a Esquerra Republicana de Cataluña) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP), mostraron ayer sus discrepancias sobre quién presidirá el futuro gobierno de esta comunidad autónoma y sobre cómo impulsar el proceso de secesión.

Un día después de los comicios autonómicos en los que Juntos por el Sí logró ser la candidatura más votada con 62 escaños, CUP, una organización política asamblearia, de izquierdas, que se declara anticapitalista y euroescéptica y que defiende desobedecer las políticas de austeridad, no sólo anunció que no votará en favor de la investidura del candidato de Juntos por el Sí, Artur Mas, sino que además dijo que no aprobará una declaración unilateral de independencia, como quería Mas.

“No lo podemos hacer porque el plebiscito no se ha ganado”, aseguró el candidato de la formación izquierdista, Antonio Baños, al recordar que la suma de las dos plataformas independentistas, Juntos por el Sí y la CUP, no logró 50% de los sufragios.

La CUP obtuvo 10 diputados que son los necesarios para que con su apoyo se logren las 68 curules de la mayoría absoluta que necesita Mas para ser investido presidente.

Sin embargo, la agrupación anunció ayer que no apoyará al presidente del gobierno catalán e impulsor del proyecto independentista. Baños declaró que “el proceso no es una persona, no hay nadie imprescindible”. Con lo que se especula que finalmente podría ser otro el aspirante elegido para ser investido mandatario.

Por su parte, Mas, pese a no contar con 50% de los votos en favor, insistió en seguir adelante con el proceso secesionista argumentando que su plataforma había sido la más votada. “Hay que poner en marcha la hoja de ruta, tenemos el mandato democrático, que es lo importante”, aseguró.

También ayer, tras la debacle del gobernante Partido Popular (PP), que perdió ocho escaños, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, compareció ante los medios de comunicación para valorar los malos resultados de su partido.

Tras subrayar que “el programa rupturista no ha tenido el apoyo suficiente”, llamó al nuevo gobierno que surja de las elecciones a “trabajar para todos los catalanes” y “a superar la fractura y la tensión, a sustituir el monólogo por el diálogo constructivo y leal porque ayer [domingo] se constató que Cataluña es muy global”.

Unas horas después, su compañero de partido y presidente de honor del PP, el ex mandatario José María Aznar, emitió un duro comunicado en el que arremetió contra la estrategia seguida por Rajoy en Cataluña y por el mal resultado conseguido en las urnas.

“Para el PP es el peor escenario posible. Tu rival de la izquierda [en referencia a Ciudadanos que pasó de nueve a 25 escaños] queda fortalecido, tu espacio queda mermado, los secesionistas van a continuar el proceso. Tu posición está seriamente comprometida”, advirtió.

Añadió que es “para que algunos piensen seriamente por qué el partido del gobierno no ha sido capaz de representar a la mayoría de las fuerzas constitucionales en los comicios en Cataluña”.

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