El papa Francisco pidió hoy en el Congreso de Estados Unidos "no dar nunca la espalda a los vecinos", en alusión a los millones de inmigrantes cuyos derechos -dijo- "no siempre fueron respetados".
"Les hablo como hijo de inmigrantes", recordó el pontífice, quien aludió a los extranjeros que en tiempos pasados, "bastantes convulsos y sangrientos", llegaron a lo que hoy es Estados Unidos, pero afirmó: "es difícil enjuiciar el pasado con los criterios del presente".
cg