julian.sanchez@eluniversal.com.mx
Santiago de Cuba. — Janette Figueredo Cruz, activista de las Damas de Blanco, denunció que desde el viernes más de 20 compañeras han sido detenidas en su intento por acercarse al papa Francisco para entregarle una carta y denunciar la represión y censura que, aseguró, padecen en este país.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Figueredo Cruz aseguró que en su comunidad Palma Soriano, perteneciente a esta provincia, sólo se libró ella de ser detenida de un grupo de 15 mujeres que querían asistir a la misa del Sumo Pontífice en Holguín. “Ahora mismo estoy en peligro por estar aquí. Mis compañeras fueron detenidas. Desde el viernes estamos siendo detenidas cuando intentábamos ir a Holguín. Nos detuvieron en Contramaestre”, localidad de Santiago de Cuba, insistió.
Señaló que otros opositores al régimen castrista también han sido arrestados, al querer acercarse al Pontífice, por ejemplo, en la misa que encabezó Francisco en la Plaza de la Revolución de La Habana el domingo.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dio a conocer el lunes que hasta ese día habían sido detenidas más de 50 personas, según un balance provisional. De acuerdo con el ex preso político José Daniel Ferrer, tan sólo ayer hubo entre 80 y 100 arrestos en Santiago de Cuba y municipios vecinos.
Entre estos la dirigente de las Damas de Blanco, Berta Soler, por unas horas, cuando pretendía ir a la sede de la nunciatura apostólica, según aseguró Figueredo Cruz, quien expresó su temor porque le pase algo a su hija, a su esposo y a ella.
“Estoy un poco nerviosa”, insistió Figueredo durante la entrevista realizada cerca de la catedral de Santiago de Cuba, cuando el Papa estaba pronunciando un mensaje sobre la importancia de la familia.
La activista dijo que no pudieron hacerle llegar una carta a Jorge Mario Bergoglio, quien concluyó ayer al mediodía una visita de cuatro días a Cuba, e insistió en que a las Damas de Blanco y a los cubanos en general se les impide manifestar libremente sus inconformidades e inquietudes.
Se quejó de que el sacerdote de la parroquia de su comunidad fue amenazado si no borraba de una lista a quienes pertenecen a Damas de Blanco. Esa lista era de quienes acudirían a una de las actividades del Papa. “Tienen miedo de lo que podamos decir (...) Nosotras sólo queremos expresarnos. No gritamos, simplemente vamos a la iglesia a rezar por los presos políticos y a pedir que se respete la Declaración de los Derechos Humanos”, señaló.