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Washington.— Estados Unidos y China están negociando un tratado por el que ambos se comprometerían a no ser el primero en atacar objetivos clave de la infrastructura del otro, informó ayer el diario The New York Times.
El acuerdo se centra sobre todo en centrales nucleares, los sistemas bancarios, las redes de telefonía móvil y los hospitales en tiempos de paz.
El periódico, que cita a fuentes que participan en las negociaciones, habla de “un tratado de control de armas” en el ciberespacio que sería único en su tipo en todo el mundo.
Las conversaciones se han acelerado en las últimas semanas para tratar de cerrar el pacto antes de la visita que hará esta semana a Washington el presidente chino, Xi Jinping. Xi llega el jueves a la capital estadounidense. Estados Unidos ha acusado a China en los últimos años de ser responsable de innumerables ataques cibernéticos, y el problema será al parecer uno de los principales a tratar entre Xi y su homólogo estadounidense, Barack Obama, en la Casa Blanca en su reunión del viernes 25, donde además abordarán las recientes dudas sobre la economía asiática.
De todas maneras, el acuerdo no protegería a Estados Unidos del tipo de ataques concretos de los que Washington acusa a China, como el espionaje industrial militar o el ataque a la agencia de recursos humanos de la administración federal de Estados Unidos del año pasado.
No se espera tampoco que Obama y Xi hagan una declaración detallada del contenido, sino que manifiesten en general su apoyo a un documento elaborado hace poco por un grupo de trabajo de Naciones Unidas. En este texto se afirma, según el New York Times, que ningún Estado debe permitir actividades que “busquen dañar a propósito las infraestructuras críticas” de otro.
El objetivo de los negociadores estadounidenses es que China apoye estos principios en un acuerdo bilateral.