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Berlín/Viena.— El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, subió ayer cautelosamente el listón a la acogida de refugiados y dijo que su país está dispuesto a recibir 15 mil migrantes más de los previstos en 2016 para llegar a los 100 mil en 2017.
Durante una visita relámpago a la capital alemana y dentro de su gira en busca de apoyos para implicar a Moscú en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), Kerry señaló que el propósito de la administración del presidente estadounidense, Barack Obama, es acoger a lo largo del próximo año hasta 85 mil refugiados de todo el mundo —en lugar de los 70 mil actuales— y situarse en los 100 mil al año siguiente.
El secretario de Estado agradeció la “generosidad ejemplar” mostrada por el gobierno alemán en la acogida de refugiados y destacó su actitud “responsable y valiente”.
En tanto, miles de refugiados seguían varados ayer a la intemperie en las fronteras y las carreteras de Croacia, Eslovenia y Hungría sin que se vislumbre una solución a la crisis, pese a las reuniones previstas esta semana entre los líderes de la Unión Europea (UE).
En Austria, donde la policía no dejaba entrar en su territorio a un grupo de unas 100 personas en la frontera con Eslovenia, los guardias se vieron desbordados cuando todos decidieron cruzar en masa por el paso de Spielfeld.
“Llegaron de forma tan masiva que no pudimos contenerlos”, señaló un portavoz policial, que reconoció que no había suficientes agentes. Las autoridades les impedían pasar porque no mostraron ni solicitudes de asilo ni documentos de viaje en regla. Croacia, adonde han llegado 25 mil personas desde el miércoles pasado, se declaró incapaz de hacer frente al flujo de gente, que se produjo después de que Hungría cerrara su frontera con Serbia con una valla.
El primer ministro croata, Zoran Milanovic, anunció que ante la impotencia pasaba al Plan B: dejar pasar a los refugiados a Eslovenia por el oeste y recoger a otros en autobuses y llevarlos a Hungría por el norte. El traslado continuó ayer todo el día pese a que Budapest protestó en duros términos por la medida.
De hecho, Hungría empezó a colocar ayer una valla de acero en el paso fronterizo de Baranjsko Petrovo Selo, por donde Croacia traslada a miles de refugiados, informó la televisión pública croata HTV.
Varios miles esperan para ingresar en Eslovenia, que envió a centros de acogida a 1.650 personas por el momento. Mientras unas 2 mil personas se pusieron en marcha a pie desde la estación de ferrocarril de Hegyeshalom en Hungría para cruzar a Austria, informa el canal estatal húngaro M1.
La policía húngara los escoltó por una antigua carretera regional hasta el paso fronterizo.
Naufraga embarcación turca. Al menos 13 refugiados sirios —entre ellos seis menores— murieron ayer y otros 13 se encuentran desaparecidos al hundirse el bote neumático en el que viajaban tras colisionar en aguas del Egeo con un barco de pasajeros turco.
Los refugiados partieron de la localidad turca de Ayvacik en dirección a la isla griega de Lesbos cuando un ferry turco chocó con la lancha, en la que viajaban 46 personas, informó la agencia de noticias Dogan.