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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
La Habana.— El papa Francisco afirmó ante jóvenes cubanos que “el mundo se destruye por la enemistad y la más grande enemistad es la guerra y hoy vemos que el mundo se destruye por la guerra, porque son incapaces de negociar”, ante lo que subrayó la importancia de negociar sobre cosas en común.
El Sumo Pontífice llamó a evitar las guerras y a no matar a más gente, en su última actividad de la jornada de ayer que inició con una misa en la Plaza de la Revolución, a la que asistieron unas 200 mil personas, un número mayor que las congregadas en el mismo sitio por Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012, según el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi.
“Cuando hay división hay muerte. Hay muerte en el alma porque matamos la capacidad de unir”, les dijo Francisco y les pidió ser capaces de crear amistad social. Durante el encuentro realizado en el Centro Cultural Padre Félix Varela, Jorge Mario Bergoglio les demandó a los jóvenes tener la capacidad de soñar y les dijo: “No te arrugues, abrirte y sueña, sueña que con vos, el mundo puede ser distinto”.
El máximo representante de la Iglesia católica habló también sobre la “cultura del descarte”. Se descarta a los jóvenes, reiteró, porque no se les da trabajo. “Entonces qué le queda a un joven sin trabajo (…) Les quedan las adicciones o suicidio o irse por ahí buscando ejércitos de destrucción para crear guerras.
“Esta cultura del descarte nos está haciendo mal a todos, nos quita la esperanza”, por lo que insistió en que un pueblo debe mirar al futuro.
De lo contrario, pueden existir algunos que se jubilan a los 22 años. Son jóvenes con tristeza existencial y han apostado su vida al derrotismo, que se lamentan y que se fugan de la vida, dijo.
Antes, en un acto en la Catedral de La Habana, exhortó a sacerdotes, obispos y monjas a dejar la riqueza, porque ésta pauperiza, “pero pauperiza mal, nos quita lo mejor que tenemos, nos hace peores”.
A los ministros y religiosas católicos, Francisco les dijo: “Cuando se mete el espíritu de riqueza, de mundanidad rica en el corazón de un consagrado o consagrada, sacerdote, obispo o Papa, lo que sea. Cuando uno empieza a juntar plata, y para asegurarse el futuro (…) No es Jesús, sino una compañía de seguros de tipo espiritual que yo manejo.
“Por ejemplo una congregación religiosa que empieza a contar, Dios es tan bueno que le manda un ecónomo que lo lleva a la quiebra. Las mejores bendiciones de Dios, son los ecónomos desastrosos, porque la hacen libre, la hacen pobre”.
Pide paz en Colombia. En la misa de la mañana, el Papa se refirió al diálogo de paz que llevan a cabo el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sobre lo cual expuso: “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”.
Ante los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de Cuba, Raúl Castro, a quien agradeció el papel que ha desempeñado en el proceso referido de paz, Jorge Mario Bergoglio insistió en que “quien no vive para servir no sirve para vivir (…) Servir significa en gran parte cuidar fragilidad, servir significa cuidar a los frágiles de nuestra familia, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo”.
El Papa, quien se reunió por la tarde con Raúl Castro, subrayó en la ceremonia: “Especialmente quiero invitarlos a que cuiden y sirvan, de modo especial, la fragilidad de sus hermanos. No los descuiden por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado”.
Durante la misa trascendió que fueron detenidos disidentes cubanos que querían entregar una carta al Papa.
El portavoz del Vaticano confirmó más tarde que algunos disidentes fueron invitados a eventos, donde recibirían un saludo de Francisco, pero que no podía confirmar si la inasistencia se debió a que fueron arrestados. Dos disidentes dijeron que agentes de seguridad cubanos las detuvieron temporalmente y que les dijeron que no podían asistir a ningún evento papal.
El Pontífice vuela hoy a la ciudad oriental de Holguín para comenzar la segunda parte de su viaje a Cuba.