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La Habana.— Con el viento en contra, el Papa bajó del avión. Primero, el aire le arrancó el solideo, luego provocó que la muceta (prenda corta con botones, que le cubre parte de la espalda y hombros, que le llega hasta los codos) le cubriera el rostro. Pero Francisco no trastabilló; con agilidad recogió el solideo y con paso firme pisó hasta el último escalón antes de dar un fuerte saludo de mano al presidente Raúl Castro.
La aeronave aterrizó 10 minutos antes de lo programado, a las 15:50, y el Sumo Pontífice pisó suelo cubano a las 16:04. Cuatro niños y dos niñas se le acercaron luego de que Francisco saludara al presidente y al arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, cuya sonrisa no se desdibujó pese a que el viento también le golpeaba el rostro.
Los niños le entregaron primero un ramo con flores blancas y amarillas, colores del Vaticano, y luego otro con rosas blancas y rojas. Uno de los varones no resistió en expresarle su admiración, luego de que los demás le daban también la bienvenida.
El líder católico argentino llegó en el vuelo AZ4000 de Alitalia, donde viajó con más de 70 personas, incluyendo el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin y el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Con gritos de “esta es la juventud de Cristo” y “se ve, se siente, el Papa está presente”, decenas de niños, jóvenes y adultos recibieron a Francisco, muchos de ellos sujetando con las manos pequeñas banderas de Cuba y el Vaticano, mientras intentaban acercarse lo más posible a las vallas de seguridad.
Al acto de recibimiento acudieron, además del cardenal Ortega, Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba; el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, así como Estaban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El Papa dejó muy claro que llegó a Cuba con un mensaje en favor de la paz y la reconciliación
El jerarca católico se refirió en su discurso a todos los cubanos, no sólo los que viven en la isla, sino en todo el orbe. El mundo, enfatizó “necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial a trozos que estamos viviendo” ante los diferentes conflictos que acontecen en varias regiones, algunos de ellos sangrientos.
Francisco resaltó que este 2015 se cumplen 80 años de relaciones de Cuba con El Vaticano. Envió saludos a Fidel, el ex mandatario cubano a quien, según dijo el propio Lombardi, podría ver hoy, si bien el encuentro no está programado.
Tampoco está prevista una reunión con la disidencia, a la que el jerarca pareció aludir al enviar un saludo a “todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar”.
Luego de dejar el aeropuerto, el sucesor de Pedro se dirigió hacia la Nunciatura apostólica donde pernoctó, tras recorrer 18 kilómetros desde la terminal aérea, trayecto en el cual saludó desde el papamóvil a miles de personas que le gritaban también: “Esta es la juventud del Papa”, “esta es la juventud de Cristo” y “te queremos Papa te queremos”.