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Madrid.— Las principales asociaciones de bancos de España advirtieron ayer que una victoria del movimiento separatista catalán crearía graves problemas bancarios para el nuevo país que no sería parte de la Unión Europea.
Las asociaciones no dijeron que los bancos integrantes saldrían de Cataluña, pero en un comunicado señalaron que las instituciones financieras de la región “enfrentarían graves problemas de incertidumbre legal” si la altamente industrializada región del noreste de España, en la que viven 7.5 millones de personas, se independizara.
La Asociación Española de Banca y la Confederación Española de Cajas de Ahorro dijeron que la exclusión de Cataluña de la zona euro provocaría que todas las entidades bancarias estarían obligadas a “reconsiderar su estrategia de implantación, con el consiguiente riesgo de reducción de la oferta bancaria y, con ello, encarecimiento y escasez del crédito”.
El pronunciamiento coincide con una declaración institucional del Círculo de Empresarios, grupo de presión que aglutina a hombres de negocios y altos directivos de grandes empresas. En él, se muestra convencido de que si prospera la pretensión soberanista, “la economía española y especialmente la catalana sufriría gravísimos daños”.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseguró que no se dejará presionar por los poderes financieros y pidió a los catalanes un apoyo masivo en las urnas. Los votantes catalanes elegirán el 27 de septiembre a nuevos legisladores regionales. Los partidos independentistas tratan de lograr la mayoría en el Parlamento de 165 escaños para que puedan iniciar el movimiento hacia la autonomía de Cataluña en 2017. Su objetivo era celebrar un referéndum sobre la independencia que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, no permitió.
Dos de los bancos más grandes del país, Banco de Sabadell SA y Caixabank SA, tienen su sede en Cataluña.
Líderes independentistas insisten en que podría haber un mecanismo para que una Cataluña independiente forme parte de la UE y siga usando el euro, pero dirigentes europeos y el brazo ejecutivo de la Unión Europea han dicho que si Cataluña se separa de un país integrante de la UE quedaría fuera del grupo.
