Miles de migrantes empezaron a cruzar la frontera de Croacia el jueves, estableciendo una nueva ruta de entrada a Europa Occidental luego de que Hungría utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos para alejarlos de su territorio.

Unos 5.650 migrantes entraron al país desde que comenzaran a llegar los primeros grupos a primera hora del miércoles, dijo la policía croata el jueves por la mañana. Las autoridades emplearon trenes y autobuses para trasladarlos a centros de refugiados en la capital, Zagreb, y a otros puntos.

Las autoridades están formando un ente especial para hacer frente a la ola migratoria. El ministro del Interior, Ranko Ostojic, dijo que Zagreb tiene la situación controlada pero advirtió que "si empiezan a llegar enormes oleadas a través de Serbia debemos considerar medidas diferentes" .

Croacia representa una ruta más larga y más dura hacia Europa para los solicitantes de asilo procedentes de Siria y otros lugares que llegan al continente huyendo de los conflictos en sus países de origen. Pero pocas más opciones les quedan luego de que Hungría sellase su frontera sur con Serbia el martes y comenzase a arrestar a cualquiera que sea sorprendido tratando de entrar en el país de forma ilegal.

Los enfrentamientos entre migrantes y la policía antimotines húngara estallaron miércoles por la tarde cuando refugiados, frustrados ante la imposibilidad de entrar al país, presionaron para abrir un de las puertas de la valla fronteriza. Agentes armados con bastones respondieron con cañones de agua y gases lacrimógenos, y los migrantes lanzaron piedras y otros objetos contra ellos. Decenas de personas resultaron heridas.

Durante la noche, las autoridades húngaras instalaron alambre de púas y una nueva puerta en la cerca donde se produjeron los disturbios, en uno de los dos pasos fronterizos próximos a la localidad serbia de Horgos.

A primera hora del jueves, cientos de inmigrantes permanecían en los dos cruces fronterizos, pero su número se redujo a medida que muchos partieron a la frontera con Croacia. La televisión estatal serbia informó que 70 autobuses trasladaron a migrantes durante la noche a la frontera con Croacia.

Mientras, en París las autoridades evacuaron a más de 500 refugiados sirios y otros migrantes de asentamientos con tiendas de campaña y los trasladaron a viviendas especiales mientras Francia intensifica sus esfuerzos para hacer frente a la ola migratoria que sacude Europa.

Antes del amanecer del jueves, trabajadores sociales de la ciudad y miembros de ONGs despertaron a los migrantes, que recogieron sus pertenencias en calma bajo la supervisión de la policía. La iniciativa se aplicó a un gran asentamiento junto a la estación de tren Gare d'Austerlitz, en el sureste de la capital, y a otro en el barrio 18, en la parte norte.

jram

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