La policía húngara ha declarado el estado de alerta en cuatro provincias ante la posible llegada de hasta 25 mil refugiados antes de que entre en vigor mañana una legislación que prevé penas de cárcel por entrar en el país de forma ilegal.
La medida se toma "debido a las decisiones adoptadas por el Gobierno alemán" de volver a controlar sus fronteras, señala un comunicado publicado hoy en la web de las fuerzas de seguridad.
El estado de alerta significa que todos los agentes disponibles deben estar preparados para entrar en servicio en el plazo de dos horas, precisa la nota.
Tres de las regiones en las que se han declarado la alerta están situadas en la frontera con Serbia, por dónde entra la inmensa mayoría de los refugiados, y la cuarta es Budapest.
Un total de 5.809 refugiados, procedentes en su mayoría de países de Oriente Medio y Asia, entraron ayer en Hungría, una cifra récord según la policía local, que podría quedar ya hoy obsoleta porque se espera la mayor oleada de llegadas de todo el año.
Algunos medios como index.hu calculan que hoy podrían llegar al país unos 25 mil refugiados debido a la entrada en vigor mañana de una nueva y más restrictiva legislación en materia de inmigración.
Los refugiados, la mayoría de Siria, Irak y Afganistán, entran en Hungría por el paso fronterizo de Röszke, donde las autoridades se apresuran a cerrar el único hueco abierto todavía en la valla alambrada erigida en la frontera.
Al mismo tiempo, se han acelerado las obras de una segunda valla más alta, de cuatro metros, que espera tener finalizada en octubre.
La llegada récord de refugiados se produce además cuando Alemania, el destino preferido de la mayoría de los refugiados, ha modificado su política de puertas abiertas y ha restablecido los controles fronterizos, dejando en suspenso los acuerdos de Schengen que garantizan la libre circulación en territorio comunitario.
lsm