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Un juez británico impuso penas de hasta 24 años de cárcel a siete pederastas que abusaron de un bebé y dos niños en edad preescolar, entre 2013 y 2014.
Al dictar sentencia, el juez Julian Lambert del tribunal de Bristol (oeste de Inglaterra) calificó de "terrible depravación" y "más allá de todo instinto humano" los actos cometidos, que los ahora condenados grababan y difundían por internet.
Robin Hollyson, de 31 años, recibió la pena más alta, 24 años de cárcel más ocho en libertad vigilada, por violar a un bebé al que se había ofrecido a cuidar.
Hollyson, que se hizo amigo de los padres para tener acceso a su hijo, grabó la violación y la difundió entre el resto de pederastas.
Los otros condenados, residentes en diferentes partes de Inglaterra, son Christopher Knight, de 35 años, condenado a 18 años de cárcel más seis en libertad vigilada; Matthew Stansfield, de 35, castigado con 14 años, y Adam Toms, de 33, que recibió una sentencia de 12 años de prisión más cuatro en libertad vigilada.
A John Denham, de 50 años, se le impusieron ocho años de prisión más cuatro en libertad vigilada, mientras que Matthew Lisk, de 32 años, recibió cuatro años de cárcel más tres en libertad vigilada y David Harsley, de 51 años, fue condenado a dos años.
Todos están acusados de cargos como violación, abusos o agresión sexual y posesión de imágenes indecentes de menores o pornografía extrema.
Los siete condenados serán incluidos, además, en el registro de delincuentes sexuales.
La Agencia Nacional del Crimen llevó a cabo la investigación, que se puso en marcha después de que en 2014 Adam Toms contactara con la policía para confesar que había abusado de un menor.
A partir de ahí se destaparon las relaciones con otros pederastas a través de la información proporcionada por proveedores de internet, pues, por su corta edad, los niños no podían ejercer de testigos.
El detective Ian Glover, que dirigió la operación policial, dijo hoy que éste "ha sido el peor grupo pederasta" que ha investigado.
Los acusados trataron a los menores "como mercancía, para pasárselos entre ellos, para filmarlos, para someterles a abusos y que esos abusos fueran mostrados a otros pederastas como moneda de cambio, para recibir después otro material", indico.
Glover señaló que, además de las tres víctimas identificadas, otros 21 niños han sido puestos bajo protección al considerarse que están en riesgo y se esperan más detenciones en el Reino Unido y otros países.
jlcg/ahd