Grecia.— Miles de refugiados marcharon ayer entre el lodo y bajo una lluvia torrencial hacia la frontera de Grecia con Macedonia, alimentando una marea humana que ingresa a Europa y que las autoridades parecen no poder controlar.
El paso de inmigrantes de Austria a Alemania pareció repuntar ayer, cuando una nueva ola de personas que ingresaban desde Hungría a territorio austríaco obligó a suspender los servicios de trenes por esa frontera.
“Cada vez más personas están llegando a diario”, dijo un portavoz de la compañía nacional de trenes, OeBB. “Esto excede ampliamente nuestra capacidad”, añadió.
El jefe de gabinete del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo que Budapest planea “diferentes reglas del juego” desde la semana próxima, con penas por entrada ilegal, procedimientos acelerados de asilo y posibles expulsiones a la frontera.
Orbán dijo que el flujo de inmigrantes debe parar, calificándolo como una batalla por la prosperidad y la “identidad cristiana” de Europa.
Hungría dijo que 3 mil 331 personas se habían registrado tras ingresar al país desde Serbia el miércoles, el total más alto diario hasta el momento. Dinamarca, el frente más reciente de la crisis de inmigrantes del continente, permitió a los refugiados trasladarse libremente por su territorio hacia Suecia, un día después de cerrar una autopista que conecta con Alemania.
El vicecanciller alemán dijo que la llegada récord de refugiados podría ayudar a aliviar una escasez crónica técnica y dar un impulso a la mayor economía de Europa. Los críticos de Berlín dicen que ese mensaje alentará a que más personas se trasladen al continente.
La canciller alemana, Angela Merkel, reclamó ayer una gestión rápida de los trámites burocráticos de los miles de refugiados que llegan al país para que puedan incorporarse al mercado laboral e integrarse.
En medio de una intensa campaña a favor de la ayuda de los refugiados, Merkel fue recibida ayer con aplausos en su visita a una sucursal de la Oficina Federal de Migración y Refugiados, un centro de acogida de primera instancia y una “clase de bienvenida”, como se denomina a las clases formadas por hijos de refugiados que aún no hablan alemán.
La Comisión Europea (CE) anunció ayer el inicio de la ayuda de 17.5 millones de euros para los refugiados sirios en Turquía, la mayoría de ellos niños, dentro del fondo fiduciario que el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, presentó el miércoles. Por el contrario, el presidente de Rumania, el conservador Klaus Iohannis, acusó ayer a la CE de hacer un reparto “burocrático” de los refugiados y reiteró que su país se opone a las cuotas obligatorias anunciadas por Bruselas.
Por su parte, el gobierno ruso alertó ayer de que “existe el peligro de que extremistas del Oriente Próximo entren a la Unión Europea (UE) en calidad de refugiados”, mientras que el Estado Islámico (EI) dijo que los refugiados sirios que huyen a Europa cometen “un grave pecado” porque en “esas tierras de los cruzados rigen las leyes del ateísmo y la indecencia”.
Estados Unidos anunció que recibirá al menos a 10 mil refugiados sirios en los próximos 12 meses, informó ayer la Casa Blanca. “El presidente (Barack Obama) le ordenó a su equipo que considere cómo podemos aumentar nuestra respuesta y algo que Estados Unidos puede hacer es comenzar a recibir a más refugiados sirios”, dijo el portavoz Josh Earnest. Agencias