Un tribunal de Corea del Sur condenó a Kim Ki-jong, un residente de Seúl y jefe de un grupo de activistas ultranacionalistas, a 12 años de prisión por intentar asesinar al embajador estadunidense Mark Lippert, informaron autoridades judiciales.

El tribunal declaró a Kim, de 55 años, culpable de intento de asesinato, violencia contra un diplomático extranjero y obstrucción a la actividad empresarial, por el ataque a Lippert realizado el pasado 5 de marzo en Seúl con un cuchillo.

Según la policía, el hombre, armado con una navaja, infligió varias heridas en el rostro y en manos al diplomático, que iba a participar en un foro. En el hospital, a Lippert le realizaron más de 80 suturas en las cinco heridas que presentaba.

El juez Kim Dong-ah señaló: "Kim parece haber tenido la firme voluntad de atacar a la víctima, escogiendo un cuchillo para cortar repetidamente la parte del cuerpo en contacto directo con el cuchillo", reportó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

El tribunal, sin embargo, absolvió a Kim de los cargos de violación de la Ley de Seguridad Nacional, que prohíbe a los ciudadanos surcoreanos apoyar o alabar al régimen norcoreano.

Los fiscales dijeron con anterioridad que Kim atacó al embajador después de que el régimen de Pyonyang acusara a Seúl y Washington de estar ensayando una invasión a Corea del Norte, en referencia a las maniobras militares conjuntas entre ambas naciones.

En el hogar de Kim se encontraron libros y otros materiales relacionados con la estrategia de Pyongyang para lograr una Corea del Sur comunista.

El juez alegó que "aunque algunos argumentos del defendido coinciden con los del Norte, como la oposición a los ejercicios militares, estas son ideas expresadas con frecuencia por círculos académicos y grupos civiles de Corea del Sur".

Kim había recibido una pena de dos años con suspensión de condena, por lanzar piedras contra el embajador japonés en Corea del Sur en julio de 2010.

jlc

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