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El ex presidente francés Nicolas Sarkozy, que está en contra de las cuotas europeas de reparto de refugiados mientras no haya una política migratoria común, propone además un estatuto temporal para los refugiados de guerra, de forma que la acogida se limite al tiempo que dure el conflicto.
Sarkozy, en una entrevista publicada hoy por Le Figaro, aboga también por suspender la libre circulación en el interior del espacio Schengen de los no europeos, con el restablecimiento de los controles fronterizos, mientras no haya un nuevo acuerdo sobre unas reglas que a su juicio no se sustentan y se tienen que modificar.
Insiste en que "las cuotas no serían aceptables más que tras la adopción de una política migratoria común" porque sin ella significaría "aceptar a extranjeros que no se corresponden a los criterios que hemos fijado para entrar" en Francia.
A ese respecto, recuerda su posición de que "Francia no tiene capacidad de acoger a inmigrantes económicos más que de forma extremadamente limitada", mientras que a los refugiados políticos hay que continuar aceptándolos en nombre de la "tradición humanista" de su país.
No obstante, a continuación precisa que a los refugiados de guerra "los tenemos que acoger sólo durante el periodo de los conflictos" y deben volver a sus países "una vez restablecida la paz". Por eso quiere "un verdadero estatuto provisional de refugiado de guerra".
El jefe de la oposición conservadora considera que la UE debe crear "centros de retención" fuera de los países Schengen, con dinero europeo, para gestionar desde allí las demandas del estatuto de refugiado político y refugiado de guerra, entre otras cosas para "proteger la integridad física de todos esos desgraciados" que ponen en riesgo su vida para atravesar el Mediterráneo.
Eso pasa por convencer a los países vecinos de Schengen en el este de Europa y en África, a los que se condicionarían las ayudas al desarrollo a que acepten recibir a sus nacionales expulsados de Europa.
La forma de hacerlo sería con una conferencia entre la UE y sus vecinos del Mediterráneo, que quiere que sea propuesta por Francia de forma "urgente".
El que fuera jefe del Estado francés de 2007 a 2012 recuerda que en la campaña para las presidenciales de 2012 -en la que fue derrotado por el socialista François Hollande- ya avisó de que en caso de ser elegido amenazaría con retirar a su país de Schengen si no había un nuevo acuerdo en el plazo de un año.
Ahora, que a su parecer la situación ha empeorado, dice que hay que restablecer los controles fronterizos para los no europeos en el interior de Schengen "mientras no se haya logrado ponerse de acuerdo en la UE sobre las condiciones de un Schengen II".
En un plano más interior, Sarkozy aboga por suprimir la Ayuda Médica de Estado que permite a los extranjeros en situación irregular tener asistencia sanitaria gratis porque este año le va a costar a la Seguridad Social casi 1.000 millones de euros. Su idea es que sólo tengan derecho a las urgencias.
jlc