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Moscú insistió hoy en que su presencia militar en Siria, su aliado histórico en Oriente Medio, se limita al envío de armamento y entrenamiento a las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, y negó que prepare una intervención directa en su apoyo, como teme EU.
"Nuestra presencia militar nunca ha sido un secreto. Nuestros especialistas militares trabajan allí, ayudando al Ejército sirio a familiarizarse con nuestro armamento. Rusia no está dando en estos momentos ningún paso adicional" , dijo el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en conferencia de prensa.
Lavrov agregó que "en caso de que se requiera, estos pasos los daríamos de acuerdo plenamente con nuestra legislación y las normas internacionales...a petición y de acuerdo con el Gobierno sirio o los gobiernos de otros países de la región, si se trata de ayudarles en la lucha contra el terrorismo" .
Sus palabras se suman a las declaraciones en los últimos días de distintos portavoces rusos, y del propio presidente del país, Vladímir Putin, desmintiendo un supuesto inicio por parte de Rusia de operaciones en Siria para el despliegue de tropas o el uso de la aviación para bombardear las posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) .
"Rusia nunca ha ocultado que esté proporcionando asistencia militar a las autoridades sirias con el objetivo de luchar contra el terrorismo" , dijo esta semana la portavoz oficial de la Cancillería, María Zajárova.
También el viceministro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdánov, negó cambios en la cooperación militar con Siria, tanto en el estatus de la base naval de Tartus o en el suministro de armamento.
Los desmentidos responden a la creciente oleada de informaciones en medios occidentales y a la preocupación expresada por el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, a su colega Lavrov, sobre la supuesta escalada del papel ruso en la guerra civil de Siria, coincidiendo con la crisis provocada en Europa por la llegada de miles de refugiados sirios.
De acuerdo con estas versiones, Rusia puede haber incrementado el suministro de armamento pesado a Damasco y estaría preparando el terreno para una intervención militar, por lo que estaría habilitando con casas prefabricadas varios aeródromos del país árabe.
A este respecto, el Kremlin, que desde el inicio del conflicto apoya al régimen sirio y la negociación con Al-Assad frente a la postura de Occidente, destacó hoy que la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico no puede hacerse sin Damasco.
"La parte rusa ya ha subrayado en numerosas ocasiones que hay una amenaza evidente del EI, que ha ampliado su territorio de influencia y el territorio que controla. La única fuerza que puede hacer frente a este movimiento son las autoridades de Siria" , señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Por ello -agregó- "Rusia cree que es su tarea prestar asistencia a las autoridades sirias en su lucha contra este peligroso fenómeno" .
Hasta el momento, Putin únicamente ha planteado a Occidente la forja de una coalición internacional contra los yihadistas que incluya tanto a Siria como a Irán, pero nunca ha hablado del despliegue de tropas o el envío de la aviación militar.
Todo ello mientras en Europa empiezan a sonar voces en favor de una intervención militar para poner fin a más de cuatro años de guerra, e incluso a favor de negociar con Al-Assad, algo que hasta hace poco estaba totalmente descartado.
La prensa rusa destaca estos días el renovado interés por la guerra en Siria que se manifiesta en la Unión Europa coincidiendo con la llegada de los refugiados, y el aparente cambio de posición que se está abriendo paso, ante la fuerza de los acontecimientos.
ahd