Los demócratas en el Senado votaron el jueves a favor de conservar el difícilmente alcanzado acuerdo nuclear con Irán, superando a una intensa oposición republicana y dándole al presidente Barack Obama una victoria en su principal prioridad de política exterior.
A una resolución que desaprobaba el acuerdo le faltaron dos votos de los 60 necesarios para prosperar, luego de que senadores demócratas e independientes se unieron con el fin de detenerla. Aunque los republicanos en la Cámara de Representantes siguieron buscando estrategias de último momento para echar por tierra el acuerdo internacional, el desenlace en el Senado garantizó que la legislación que desaprobaba el trato no llegara al escritorio de Obama.
Como resultado, el acuerdo nuclear seguirá adelante sin que el Congreso pueda detenerlo, una victoria que parecía poco probable para Obama ante la oposición unánime de los republicanos que controlan el Capitolio, los aspirantes a la candidatura presidencial republicana que buscan reemplazarlo en la Oficina Oval, y el estado de Israel y sus cabilderos aliados en Estados Unidos.
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