El presidente Barack Obama confía en que el acuerdo nuclear con Irán sobrevivirá al escrutinio y el voto del Congreso y dejó en suspenso la posibilidad de recurrir a la fuerza militar para destruir esa infraestructura ante el eventual rechazo legislativo.
“Mi política general en los grandes temas como este es no anticipar el fracaso, y no voy a anticipar el fracaso ahora porque creo que tenemos un buen argumento”, dijo el mandatario al ser cuestionado sobre esa posibilidad si el acuerdo es rechazado por el Congreso.
En una entrevista con la cadena televisiva CNN grabada días atrás y difundida este domingo, Obama insistió en defender el acuerdo negociado por Estados Unidos y las otras cinco naciones del grupo 5P+1, como la mejor avenida para impedir que Irán pueda desarrollar un arma nuclear.
Las sanciones económicas impuestas a Irán por su negativa a abandonar su programa de enriquecimiento de uranio serían levantadas a cambio de suspender su programa nuclear y acceder a un intrusivo régimen de inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
El acuerdo empero ha sido repudiado por la mayoría de los republicanos en el Congreso, que deberá votar sobre el mismo al término de un periodo de evaluación de 60 días, pero sin modificar su contenido.
Aunque el hecho de que los republicanos tienen la mayoría en los dos cámaras hace anticipar un voto de rechazo que Obama ha dejado en claro vetará, los opositores no parecen tener los votos para revertirlo.
Obama ha refutado a los críticos del acuerdo, especialmente los republicanos, al insistir que hasta ahora nadie ha ofrecido una opción al acuerdo alcanzado después de dos años de intensas negociaciones.
En un discurso pronunciado este miércoles, el mandatario calificó de fantasía la expectativa de quienes demandan que Irán desmantele la totalidad de su programa nuclear, que Teherán ha insistido tendrá solamente uso pacíficos.
Obama dijo entonces que las opciones en este caso son una resolución diplomática o la guerra, y aunque en esta entrevista evitó aludir este escenario, en el pasado ha insistido que todas las cartas están sobre la mesa, incluyendo la militar.
En su entrevista en el programa GPS de CNN, el mandatario consideró que las razones por las que el acuerdo es visto con escepticismo se debe al desconocimiento que existe sobre su contenido y la complicada historia entre Estados Unidos e Irán.
“Se trata de una pieza complicada y la hemos negociado con un régimen que clama ‘muerte a Estados Unidos’ y que no tiene un nivel de aprobación aquí”, dijo, insistiendo empero que los expertos en temas nucleares la apoyan porque reconocen sus alcances.
El mandatario dijo que el acuerdo no sólo es la mejor alternativa para eliminar el riesgo de que Irán desarrolle un arma nuclear, sino además ofrece el potencial de abrir canales de cooperación entre regimenes antagónicos en el Medio Oriente como Arabia Saudita e Irán.
“Creo que es aún concebible que Arabia Saudita e Irán en algún momento reconocer que su enemigo es el (grupo terrorista) Estado Islámico. Y lo que el colapso de Siria y Yemen u otros (países) representan es más peligroso que cualquier rivalidad que exista entre esos dos Estados”, dijo.
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