Egipto inauguró el jueves una importante ampliación del Canal de Suez que el presidente, Abdul Fatah al Sisi, ha presentado como un logro histórico que impulsará la economía tras años de inestabilidad.
Vestido con su uniforme militar de gala y sus características gafas oscuras, el mandatario llegó al canal a bordo de un helicóptero del ejército y de inmediato abordó un yate de la era monárquica que zarpó hacia donde se realizaría la ceremonia.
El yate estuvo flanqueado por buques de la armada mientras helicópteros y otras aeronaves lo circundaban. Al Sisi, de pie en la cubierta superior del barco, saludaba a lo lejos a las personas mientras algunos danzantes bailaban en la orilla del canal.
Para más tarde, el presidente tenía previsto encabezar una elaborada ceremonia en la ciudad de Ismailia, junto al canal, con la presencia de dignatarios extranjeros y en medio de estrictas medidas de seguridad tras los ataques de extremistas islámicos en la Península del Sinaí.
La ampliación costó ocho mil 500 millones de dólares y la prensa oficialista presenta el proyecto como un logro histórico, reavivando el culto nacionalista a la personalidad que se construye en torno a Al Sisi, de 60 años, un jefe militar que derrocó a un presidente islamista en 2013 y que fue electo al cargo el año pasado.
Sin embargo, la ceremonia se verá empañada por la amenaza de una filial del grupo Estado Islámico de que asesinará a un rehén croata secuestrado el mes pasado a las afueras de El Cairo, en un sombrío recordatorio del peligro que suponen los milicianos islamistas para la estabilidad de Egipto.
Banderas egipcias rojo, blanco y negro ahora adornan las calles en gran parte del país junto con carteles manifestando apoyo a Al Sisi y alabando su más reciente logro. El gobierno declaró el jueves festivo nacional y los bancos y muchos negocios cerraron.
La nueva extensión del canal de Suez implicó cavar y dragar 72 kilómetros (42 millas) de los 193 kilómetros que abarca el canal, haciendo un canal paralelo en medio que facilitará en tráfico en dos sentidos. Con una profundidad de 24 metros (79 pies) , el canal ahora permite que pasen simultáneamente barcos de hasta 20 metros (66 pies) .
En un principio, se calculó que el proyecto tardaría tres años, pero el presidente ordenó que se completara en uno.
El gobierno informó que el proyecto, financiado totalmente por inversionistas egipcios, duplicará los ingresos anuales del canal hasta 13 mil 200 millones de dólares para el año 2030, lo que inyectará los recursos que necesita una economía que ha batallado por recuperarse de la revuelta que derrocó en 2011 al dictador Hosni Mubarak y los años de volatilidad que siguieron.
Economistas y navieros han cuestionado el valor del proyecto, diciendo que el aumento en tráfico y ganancias que el gobierno calcula requeriría un importante aumento en el comercio mundial, que en este momento parece poco probable.
ahd