Un piloto mexicano implicado en el abandono de un avión ejecutivo el pasado 17 de julio en la isla de Roatán, en el Caribe de Honduras, fue enviado hoy a prisión por orden de un juzgado, acusado de facilitar el tráfico de drogas.
Al piloto, identificado como Víctor Manuel Calderón Cortés, se le dictó "auto de formal procesamiento y detención judicial por el delito de facilitación de medios de transporte para el tráfico de drogas", según la resolución emitida por el Juzgado de Letras de Roatán.
En plazo de 60 días se celebrará una audiencia preliminar en la que un juez decidirá si el acusado será enjuiciado o no por el delito que le imputa la Fiscalía hondureña.
Calderón Cortés fue detenido el pasado 29 de julio en el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales, de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, cuando trataba de huir del país, y es investigado por ser uno de los tres pilotos mexicanos que doce días antes llegaron en dicho avión a Roatán.
Los otros pilotos que trajeron el avión, identificados como Carlos Rafael Ramírez y Enrique Gaona Arias, regresaron a México el 17 de julio en un vuelo comercial.
El avión, en el que las autoridades hondureñas hallaron rastros de cocaína, es resguardado desde ayer por militares después de que la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) tomara posesión de este por ser descubierto un supuesto plan para sacarlo del país de manera irregular.
El director de la OABI, Francisco Zavala, dijo el lunes que el Ministerio Público les instruyó para que tomen posesión del aparato, un Lear Jet-25-B con matrícula XB-LTD de México.
Las autoridades hondureñas también han fijado 90 días, que corren desde que llegó el aparato al país, para declararlo oficialmente abandonado y subastarlo.
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