El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, anunció hoy que el gobierno de su país no quiere abordar la crisis fronteriza con Colombia en la reunión de cancilleres de los países miembros del organismo propuesta por Bogotá.

"Mi Gobierno no es partidario de debatir este tema en la OEA por su lamentable y frustrante historia ante situaciones complejas entre los Estados miembros", dijo Chaderton.

"En lugar de hacerlo bilateral, armamos nuevamente un circo mediático. Nadie gana con este tipo de situaciones", dijo Chaderton en referencia a la decisión de Colombia de llevar la crisis ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

Esa fue la postura defendida por Venezuela en el Consejo Permanente extraordinario que la OEA celebra hoy, a petición de Colombia, para debatir si se convoca una Reunión de Consulta de cancilleres de todo el continente que aborde la crisis fronteriza entre ambas naciones.

Colombia busca exponer ante los ministros de Exteriores la crisis humanitaria desatada por la deportación de más de un millar de sus ciudadanos que vivían en el estado venezolano de Táchira, además de los 7.162 que habrían abandonado el país voluntariamente, según cifras oficiales.

El embajador venezolano ante la OEA defendió que la crisis se resuelva de manera bilateral, a través de una reunión de los presidentes de ambas naciones, una oferta que ya hizo el mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

Venezuela sí aceptó, sin embargo, que el tema se aborde en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), donde hay convocada una reunión de los ministros de Exteriores de los países miembros el próximo 3 de septiembre, en su sede en Ecuador.

El representante venezolano tomó la palabra después de su homólogo colombiano, Andrés González, y no anunció hasta el final de su alocución que Venezuela no quiere debatir este tema en la OEA.

Durante su discurso, Chaderton acusó a los medios colombianos a incitar el odio contra Venezuela.

"No ha ocurrido una desgracia entre los dos países porque una de las partes (Venezuela) no está sometida a los mensajes de odio contra otro país", dijo.

Chaderton también sugirió que hay intereses electorales del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, detrás de la reacción de Colombia a la crisis en la frontera.

"Ojalá que, por razones electorales, el presidente Santos no quiera superar al expresidente colombiano Álvaro Uribe en violencia verbal ni en decisiones. Que no se salga de los espacios de la racionalidad, donde se desenvuelve muy bien y gana respeto nacional e internacional", afirmó el diplomático.

Chaderton, que como su homólogo González subrayó la hermandad de las dos naciones, quiso ratificar en su alocución la "posición comprometida" de Venezuela con el proceso de paz en Colombia.

La crisis arrancó cuando el presidente Maduro ordenó el pasado 19 de agosto el cierre de un tramo de los 2 mil 200 kilómetros de la frontera entre Colombia y Venezuela con el argumento de combatir el contrabando y a supuestos paramilitares.

Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2 mil 219 kilómetros con tres puestos migratorios terrestres en Paraguachón (La Guajira), Cúcuta (Norte de Santander) y Arauca (Arauca), y uno fluvial en Puerto Carreño (Vichada), y el resto son cruces ilegales, muchos de ellos en zonas selváticas.

ae

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