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ruben.migueles@eluniversal.com.mx
La crisis del gigante asiático apenas está empezando, porque lo que alcanzamos a ver hasta ahora es apenas la punta del iceberg de algo mucho más grande y complejo, comentó Sergio Garduño, especialista de Consultores Internacionales.
¿Cuál fue el origen del despegue económico de China?
—China abrió su economía a la inversión extranjera, aprovechando la gran ventaja que le otorgaba su gigantesca población. Creó un esquema maquilador, a partir del cual desarrollaron las famosas zonas económicas-industriales. La clave de su modelo fue que permitió el desarrollo de una industria propia, 100% china, a la sombra de la inversión extranjera, donde la transferencia de tecnología fue clave y obligatoria.
Su modelo de industrialización volcado al comercio exterior se montó sobre el creciente dinamismo que experimentó el intercambio comercial global en los últimos 30 años, lo que le permitió constituirse en la potencia económica que es hoy. Es una economía socialista que entendió muy bien el capitalismo.
¿Qué explica la desaceleración de la economía china?
—La desaceleración de la economía mundial y su gran dependencia del comercio exterior. El menor dinamismo de sus principales socios comerciales como son Japón, Estados Unidos y Europa no le dejan crecer a tasas superiores al 7%. Por otra parte, China también es una gran importador de materias primas y alimentos provenientes principalmente de economías emergentes como Brasil, Chile, e incluso México. De ahí que su desaceleración también esté afectando a estos países.
Otro factor que le ha afectado es el proceso de reubicación de los procesos productivos a nivel mundial; por ejemplo, algunas empresas estadounidenses que operan en China buscan regresar a EU o cerca de su país bajo una política de “Nearshoring” o “Buy America”. Además, la mano de obra china calificada ha dejado de ser tan barata como lo era antes y los costos de logística tienden también a ser altos.
¿En este contexto, qué impacto tiene la devaluación del yuan?
—La devaluación del yuan busca elevar la competitividad de sus ventas al exterior. Devaluó su moneda para abaratar sus mercancías en los mercados internacionales. Esto afecta a nuestro país porque China es el principal competidor de México en el mercado de Estados Unidos.
Se está dando pie a una guerra de divisas, una especie de Guerra Fría financiera, porque es el enfrentamiento de Estados Unidos contra los eternos competidores de la Guerra Fría, Rusia y China. Una guerra financiera, donde Estados Unidos y sus socios siguen teniendo un peso importante.
¿Cómo se explica el desplome bursátil chino?
—Al ser un gran receptor de inversión extranjera y un gran exportador, China acumuló una gran cantidad de dólares, que se destinaron a la compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos, a la compra especulativa de bienes raíces, así como a invertir en empresas chinas a través de la bolsa.
Esta creciente inyección de recursos generó una burbuja especulativa, sobrevalorando las acciones de las empresas chinas.
Pero era un punto artificial que se rompió en el momento en que empieza a bajar la producción de las empresas chinas, surge la desconfianza y los inversionistas se retiran; es una corrida contra las inversiones bursátiles y eso hace que se caigan la bolsa china y los mercados de todo el mundo.
¿Qué efectos tendrá la problemática china a nivel global?
—La crisis china viene a meter mucha mayor incertidumbre y volatilidad. El problema de que China se haya involucrado en la crisis mundial, tanto por el lado real como por el lado financiero, hace mucho más grande el problema de la especulación y los riesgos.
Es muy complicado decir cuándo se va a resolver esto, todavía falta ver qué tanto se agrava, porque la crisis china apenas está empezando, lo que vemos es apenas la punta de iceberg y su tamaño dependerá de cómo reaccione la economía china, pero también la estadounidense.