París.— Francia y el Reino Unido mostraron ayer un frente común contra la presión migratoria en el puerto galo de Calais con el que dejaron claros sus esfuerzos para aplacarla, pero advirtieron que la respuesta debe ser global y contar con el apoyo del resto de las naciones.

“Estamos haciendo frente a una crisis migratoria global que no afecta solamente a nuestros dos países. Responder a ella constituye una prioridad europea e nternacional”, subrayaron en un comunicado conjunto sus respectivos titulares de Interior, Bernard Cazeneuve y Theresa May.

La declaración, publicada por el diario Le Journal du Dimanche, insistió en que París y Londres no pueden gestionar en solitario una problemática que comienza con la llegada a Europa de los clandestinos.

La presión migratoria estalló con fuerza la semana pasada con tentativas masivas de entrada a las instalaciones del túnel ferroviario que une ambos países. Ante los elevados intentos de intrusión desde el pasado lunes, sus gobiernos pusieron en marcha medidas.

París envió 120 agentes para reforzar la seguridad, mientras que Londres anunció la inversión de 10 millones de euros en la construcción de un área de protección para camiones con destino al Reino Unido y el levantamiento en la terminal de Coquelles de una valla más fuerte que la actual.

En este contexto, el ministro de Justicia de Suecia, Morgan Johansson, acusó al primer ministro británico, David Cameron, de “hacer política” con la crisis en Calais. En declaraciones al programa This weekend, de BBC Radio, dijo que el Reino Unido podría acoger a más solicitantes de asilo.

Ayer mismo se informó que un grupo de más de 500 inmigrantes rescatados en los últimos días en el Mediterráneo desembarcó en Taranto, sur de Italia, y otro de más de 400 lo hizo en Cagliari, cifras que se suman a los 780 inmigrantes salvados durante el fin de semana a 30 millas de las costas de Libia.

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