Las oficinas de los Altos Comisionados de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH) y para los Refugiados (ACNUR) urgieron respetar los derechos de los refugiados colombianos en Venezuela, tras la forma en que se llevan a cabo las deportaciones.

“Estamos preocupados por las violaciones de derechos humanos que tienen lugar en el contexto de las deportaciones de los colombianos”, dijo en rueda de prensa en Ginebra la portavoz del ACNUDH, Ravina Shamdasani.

“También nos preocupa la declaración del estado de emergencia en las seis municipalidades del estado de Táchira en la frontera”, afirmó.

“Llamamos a las autoridades de ambos países para que la situación se resuelva de manera pacífica por medio del diálogo basado en sus obligaciones de acuerdo al derecho internacional y a las leyes internacionales para los refugiados”, urgió el ACNUDH.

“Se debe garantizar que los derechos de todos los individuos afectados sean respetados particularmente en el contexto de las deportaciones”, reiteró.

De igual forma, la portavoz del ACNUR, Melissa Fleming, subrayó que les preocupa especialmente la deportación de quienes tienen el estatus de refugiados y señaló que han logrado negociar con el gobierno venezolano para que algunos de ellos no sean deportados.

“Tenemos presencia en la zona y estamos vigilantes de la situación”, dijo Fleming.

A su vez el portavoz de la Organización Internacional para Migraciones (OIM), Joel Millman, dijo que han integrado un equipo que se ha unido a entidades gubernamentales y organismos internacionales que asisten a más de mil colombianos que han sido deportados de Venezuela en los últimos días.

Según cifras de la OIM, desde la noche del miércoles 19 de agosto, cuando se cerró la frontera entre Colombia y Venezuela, mil 097 colombianos (877 adultos y 220 menores) han llegado a la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta.

Además “alrededor de dos mil colombianos han huido de Venezuela de manera voluntaria para evitar la deportación, cruzando el río que marca la frontera entre los dos países”.

“En Cúcuta, la OIM está ayudando con el registro de más de 900 deportados alojados en cuatro refugios temporales”, refirió.

Explicó que la herramienta que se utiliza para registrar los deportados es la SIGAT, un sistema de información y monitoreo para vivienda temporal desarrollado con el apoyo de la OIM, y los responsables de estos refugios han recibido capacitación de la OIM en la administración de vivienda temporal.

La OIM también está facilitando el transporte de deportados en Cúcuta que deseen trasladarse a otras regiones de Colombia. Actualmente unos 50 deportados han recibido asistencia con el transporte a más de 10 ciudades de Colombia, agregó.

El organismo está respondiendo a las necesidades de los colombianos en ambos lados de la frontera. En Venezuela, forma parte del equipo interinstitucional que está monitoreando la situación de los colombianos que viven en ese país.

Asimismo la OIM “también está prestando mucha atención al flujo de migrantes a través de los pasos de la frontera de Guajira y Arauca”, puntualizó.

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