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Maestros de educación básica y media superior a quienes se les aplicó la primera evaluación diagnóstica coincidieron en que a pesar de estar preparados para la revisión, este proceso, debido a la ausencia de suficiente información, les genera incertidumbre laboral.
Varios mentores reconocieron que ven con buenos ojos la evaluación diagnóstica, pero no en la forma en la que actualmente la aplica la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Examen confuso y repetitivo, falta de claridad en los objetivos de la prueba, trámites que no se concluyeron por falta de un sistema necesario, proceso de registro incierto, desorganización y la evaluación de situaciones de caso que tendrían que hacerse en presencia de grupo son algunas de las observaciones de los maestros que participaron ayer en el proceso, entrevistados por EL UNIVERSAL.
Asimismo, entre las quejas están las asignaciones tardías de fechas y sedes, que los directivos previamente debieron hacer una evaluación a los profesores y subirlo a internet, pero las páginas estuvieron saturadas.
La evaluación diagnóstica está prevista este año para 24 mil 682 docentes de educación básica y media superior, que ingresaron al Servicio Profesional Docente (SPD) el año pasado. Este primer grupo forma parte del total de 69 mil 945 maestros quienes fueron calificados como idóneos en diciembre de 2014 para ingresar al SPD.
De acuerdo con información de la SEP se tienen dispuestas 238 sedes de aplicación en todo el país.
La evaluación contó con dos fases, la primera de 9:00 a 13:00 horas con dos bloques de 105 reactivos en total.
La segunda, de 14:00 a 17:00 horas, consistió en un examen de más de 100 preguntas sobre las necesidades de los docentes respecto a cuestiones formativas.