Atenas.— El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, anunció ayer su renuncia y convocó a elecciones anticipadas, que muy probablemente se realizarán el mes próximo, en un intento por obtener un nuevo mandato más fuerte, que le permita implementar un programa de rescate de tres años que provocó una rebelión dentro de su partido de extracción izquierdista.

En un discurso televisado a la nación, Tsipras dijo que su gobierno consiguió el mejor acuerdo posible para el país cuando pactó un programa de rescate otorgado por otras naciones de la eurozona, por un total de 86 mil millones de euros (96 mil millones de dólares).

El rescate fue lo único que evitó que Grecia saliera desastrosamente de la zona del euro, pero vino condicionado a términos estrictos para reducir el gasto público y aumentar los impuestos, las mismas medidas contra las que el propio Tsipras prometió luchar cuando ganó las elecciones en enero.

El giro radical de política con la aceptación de esas condiciones demandadas por los acreedores internacionales causó indignación entre la línea dura de su partido Syriza, del cual decenas de legisladores votaron en contra durante la ratificación del rescate en el Parlamento la semana pasada. El rescate fue aprobado gracias al apoyo de los partidos de oposición.

El primer ministro ha dicho que la aceptación de los términos era la única manera de asegurarse de que el país permaneciera en la zona euro, lo que según las encuestas de opinión es lo que la gran mayoría de la población quiere. La decisión de Tsipras se produjo después de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) transfirió a Grecia los primeros 13 mil millones de euros (14 mil 500 millones de dólares) del tercer rescate.

El dinero forma parte del primer tramo de 26 mil millones de euros del nuevo paquete de ayudas, que fue aprobado el miércoles por los ministros de Finanzas de la eurozona.

“Ahora que este ciclo difícil ha terminado... siento la profunda obligación moral y política de dejar a su juicio todo lo que he hecho, tanto lo bueno como lo malo, los logros y las omisiones”, dijo Tsipras en el discurso. “El mandato popular que recibí el 25 de enero ha agotado sus límites”.

Tsipras presentó formalmente su renuncia al presidente del país, Prokopis Pavlopoulos, una formalidad necesaria para comenzar el proceso de elecciones anticipadas. Esto implicará dejar que los dos principales partidos de la oposición —la conservadora Nueva Democracia y Amanecer Dorado, de inspiración nazi— traten de formar un gobierno.

Cada partido podrá pasar hasta tres días tratando de hacerlo y el líder de Nueva Democracia, Evangelos Meimarakis, dijo que usará el tiempo disponible, no sin antes acusar a Tsipras de “burlarse del pueblo, de los socios europeos, de todos”. No se prevé, sin embargo, que alguna de las partes cuente con apoyo suficiente en el Parlamento para poder formar un gobierno.

Tsipras no mencionó una fecha para las elecciones, a pesar de que tendrían que celebrarse el próximo mes. Funcionarios del gobierno dijeron que la fecha más probable es el 20 de septiembre.

En tanto, fuentes de Syriza dijeron que el ala más izquierdista del partido tomará hoy una decisión ante la renuncia de Tsipras e incluso evalúa fundar su propia agrupación política, que sería un “frente contra la política de ahorro”. Ese movimiento buscaría representar, como brazo político, al casi 62% de griegos que votaron “no” a los ajustes en el referéndum del 5 de julio.

Al enterarse de la noticia, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, consideró “crucial que Grecia mantenga su compromiso con la eurozona”.

Por su parte, Martin Selmayr, jefe de gabinete del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, dijo que unos comicios griegos anticipados pueden ser “una vía para ampliar el apoyo al programa de asistencia financiera del MEDE firmado por Tsipras a nombre de Grecia. Agencias

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