Al menos nueve personas fueron arrestadas y la policía lanzó gases lacrimógenos para disolver las protestas en St. Louis tras la muerte de un chico negro de 18 años, abatido por agentes a los cuales apuntó con un revólver, dijo el jefe de policía de la ciudad.
El jefe Sam Dotson dijo en conferencia de prensa el miércoles por la noche que manifestantes en una intersección arrojaron botellas y ladrillos a los agentes y se negaron a dispersarse. Se lanzaron gases inertes, y cuando éstos no afectaron a la multitud, se emplearon gases lacrimógenos para dispersarlos. Los arrestados deberán responder a acusaciones de entorpecer el tránsito y resistir el arresto, dijo. Una casa abandonada y un auto fueron incendiados.
Varias manifestaciones se produjeron el miércoles tras la muerte a tiros de Mansur Ball-Bey, de 18 años. La situación ya estaba tensa debido a actos de violencia en el primer aniversario de la muerte de Michael Brown a manos de la policía en la vecina Ferguson.
Dos agentes con una orden de allanamiento se toparon con dos sospechosos el miércoles por la tarde en una casa en el sector norte de la ciudad, uno de los cuales era Ball-Bey, dijo el jefe policial. Los sospechosos huían de la casa cuando Ball-Bey se volvió y apuntó con un arma a los agentes, que lo hirieron, dijo Dotson. El joven murió en el lugar.
Los agentes, blancos ambos, resultaron ilesos, de acuerdo con el informe policial.
La policía busca al otro sospechoso, que se cree tiene entre 15 y 18 años.
Dotson dijo que se hallaron cuatro revólveres, incluido el que tenía Ball-Bey, y cocaína crack dentro o en las cercanías de la casa, la misma donde el año pasado la policía halló armas ilegales durante un allanamiento el año pasado.
Un hombre y una mujer en la casa fueron arrestados, dijo Dotson.