Las autoridades chinas advirtieron de que los niveles de cianuro de sodio registrados en las aguas alrededor del puerto de Tianjin, donde tuvieron lugar dos explosiones el pasado 12 de agosto, son hasta 277 veces superiores a lo aceptable.
Mientras así lo aseguraba Bao Jingling, jefe de la Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin, en una rueda de prensa, otro informe oficial afirmaba que el agua potable en Tianjin cumple los estándares nacionales.
Un teniente de alcalde de la ciudad, He Shushan, anunció el miércoles que finalmente se han identificado las 40 sustancias que integraban las 3.000 toneladas de componentes almacenados en la terminal.
Entre ellas había 1.300 de compuestos de óxido, sobre todo nitrato de potasio y nitrato de amonio; 500 de materiales inflamables, como sodio metálico y sodio de magnesio; y 700 de sustancias altamente tóxicas, principalmente cianuro de sodio.
Hasta ayer sólo se habían limpiado 150 de las 700 toneladas de cianuro de sodio, muy dañino para la salud si es ingerido o inhalado.
Para prevenir el posible daño a la vida marina, la Administración Estatal del Océano de China (SOA, siglas en inglés) aseguró que ha iniciado un plan de emergencia, y que ha enviado barcos de la guarida costera al puerto, mientras mantiene las mediciones de las trazas de cianuro de forma constante.
Ante estas circunstancias, las plantas químicas situadas en el puerto de Tianjin serán reubicadas en una zona industrial a 25 kilómetros de distancia, según dijo el alcalde de Tianjin, Huang Xingguo, el miércoles.
En sus primeras declaraciones públicas desde que se produjeron las explosiones, Huang asumió su responsabilidad en lo ocurrido y urgió a que se tomaran medidas contra todos los culpables sin importar su rango.
Las deflagraciones, cuya causa aún no ha sido revelada, se produjeron en un almacén de la compañía Ruihai International Logistics poco antes de la medianoche el pasado 12 de agosto, y han dejado de momento 114 muertos, más de 700 heridos y 65 desaparecidos.
jram