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Bruselas.— Autoridades fronterizas de Europa y de Naciones Unidas (ONU) exhortaron ayer a la Unión Europea (UE) a que acelere las medidas para ayudar a miles de personas que huyen de la violencia en Siria, Afganistán e Irak y están llegando en cifras récord a Grecia y otras naciones del continente europeo.
El número de inmigrantes que llegaron a la UE en los últimos siete meses se triplicó en comparación con el mismo periodo de 2014, dijo la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), que precisó que sólo en julio llegaron a las fronteras de la UE 107 mil 500 personas, más que en todo 2013 (107 mil), el triple que en el mismo periodo de 2014 y la primera vez que se superan los 100 mil inmigrantes en un solo mes desde que Frontex comenzó a llevar registros en 2008.
En total, cerca de 340 mil inmigrantes llegaron a Europa entre enero y julio de este año, principalmente a través de las fronteras de Italia, Grecia y Hungría, mientras que en el mismo periodo del año pasado esa cifra se situó en torno a las 120 mil personas.
La mayoría de estos inmigrantes son ciudadanos de nacionalidad siria y afgana que partieron desde Turquía para alcanzar las costas de Grecia.
En julio se registró en el mar Egeo el mayor número de llegadas a la UE (casi el 50%), principalmente en las islas griegas de Lesbos, Quíos, Samos y Kos.
Italia detectó más de 20 mil inmigrantes durante el pasado mes, con lo que eleva a 90 mil el número total de personas que accedieron a la UE a través del país transalpino en lo que va de 2015, en su gran mayoría eritreos y nigerianos (90%) que se desplazaron por mar desde Libia. En los Balcanes occidentales, las autoridades húngaras notificaron en julio más de 34 mil 800 detecciones.
“Se trata de una situación de emergencia para Europa que requiere que todos los Estados miembros de la UE presten su apoyo a las autoridades de los países que están recibiendo un número masivo de inmigrantes en sus fronteras”, dijo el director ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri. “Frontex ha pedido a los Estados miembros equipo y personal adicional para apoyar nuestras operaciones en Grecia y en Hungría”, agregó.
Justo en Hungría, el gobierno anunció ayer que endurecerá su código penal y establecerá una pena de entre tres y cuatro años de prisión para los migrantes que crucen ilegalemente la frontera. El país está construyendo una valla de alambre de púas que se espera esté terminada para fin de mes.
William Spindler, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), dijo en Ginebra que el bloque europeo necesita “despertar” a las duras condiciones que enfrentan muchos refugiados. Agregó que 160 mil migrantes han llegado a Grecia desde enero, comparado con 43 mil 500 de todo el año pasado.
Spindler señaló que Grecia enfrenta una crisis económica, pero pidió al gobierno que ayude a las organizaciones internacionales como la ACNUR a que tomen papeles más activos en lugares rebasados, como en la isla de Kos. Unos 2 mil 350 inmigrantes han muerto tratando de cruzar el Mediterráneo este año, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Agencias