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Los correos electrónicos y otros datos contenidos en el servidor informático de Hillary Rodham Clinton fueron borrados antes de que el dispositivo fuera entregado a las autoridades federales, les dijo su abogado a una comisión de senadores.
En una carta enviada la semana pasada a Ron Johnson, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional del Senado, el abogado David Kendall indicó que el servidor fue transferido al FBI el 12 de agosto por Platte River Networks, una empresa de Denver contratada por la exsecretaria de Estado y actual aspirante a la candidatura demócrata a la presidencia con el fin de vigilar el dispositivo.
Investigadores federales solicitaron la custodia del servidor para determinar si los datos almacenados en él estaban seguros.
En declaraciones a reporteros a comienzos de la semana, Clinton dijo desconocer si los datos en su servidor fueron borrados. Expertos en informática forense dicen que muchos correos electrónicos y otros datos pueden extraerse de servidores incluso después de ser borrados.
Kendall, abogado personal de Clinton desde hace tiempo, dijo además que tanto él como otro abogado recibieron autorizaciones de seguridad por parte del Departamento de Estado para encargarse de una unidad de memoria que contenía unos 3.000 mensajes electrónicos y que Clinton entregó más adelante a la agencia.
Kendall dijo que la unidad, que también fue entregada a las autoridades, fue guardada en una caja fuerte proporcionada en julio por el Departamento de Estado. Kendall no dijo cuándo recibió el permiso de seguridad de parte del departamento. La Comisión de Asuntos Judiciales del Senado, controlada por los republicanos, ha preguntado por separado a Kendall si él tuvo acceso a los mensajes electrónicos de Clinton antes de recibir el permiso de seguridad.
Senadores republicanos en ambos paneles están presionando para ver si mensajes electrónicos enviados o recibidos por Clinton en el servidor privado cuando ella era secretaria de Estado contenían información delicada o secreta que debería haber sido transferida solamente en portales de comunicación codificados del gobierno.
Un inspector general del Departamento de Estado dijo recientemente que varios mensajes enviados a Clinton sí incluyeron material secreto, lo que indicaría que la transmisión de esos mensajes pudiera haber violado directrices gubernamentales para lidiar con ese tipo de material.
Funcionarios de la campaña de Clinton trataron el martes de demostrar que la información contenida en esos mensajes no corrió el riesgo de ser diseminada cuando fueron enviados a la entonces secretaria de Estado.
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