La Habana.— Los cuerpos diplomáticos de Estados Unidos y Cuba cumplieron con las órdenes de sus presidentes Barack Obama y Raúl Castro de restablecer relaciones y abrir embajadas. La pregunta obligada es: ¿Qué sigue? Justen Thomas, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, lo explica.
¿Ahora qué? ¿Cuál es la ruta?
—Yo diría que se completó un primer paso en ese proceso de normalización que va a ser largo y complejo. No tenemos relaciones con Cuba, pero tenemos relaciones diplomáticas con Cuba. Eso quiere decir que hay una avenida por la cual podemos conversar con el gobierno de una manera más productiva, más eficiente, y también tener contacto con el pueblo cubano. Ese contacto es necesario para realizar el trabajo diplomático, para conocer la realidad de los cubanos y poder avanzar nuestros intereses en la isla. Y también desarrollar los intereses del pueblo cubano, que son principalmente más acceso a la información, al internet y al mundo.
¿Cuáles son los obstáculos principales para que esta relación se mueva con mayor rapidez?
—Hay varios temas que queremos trabajar con los cubanos. Algunos de ellos sabemos que tendrán sus retos, pero se trabajarán bastante rápido, como la seguridad marítima, el medio ambiente o cambio climático. Ahora, hay otros que van a ser todavía más difíciles, pero el progreso va a ser posible. Ahí están la aviación y las telecomunicaciones. Hay muchas empresas americanas que tienen interés en invertir en Cuba y trabajar con Cuba. Ahora, los temas todavía más difíciles, no sabemos cómo vamos a avanzarlos, son temas como los derechos humanos, la migración, las demandas, la trata de personas, entre otros, que son más difíciles.
El tema del levantamiento del embargo es central. ¿Cuán complicado está el clima en el Congreso?
—Sabemos que hemos visto apoyo bipartidista, pero no sabemos cómo va progresando. Vamos a estar conversando con el Congreso y avanzando nuestro argumento de que la conversación y no el aislamiento es la mejor manera de resolver los problemas que tenemos con Cuba y también avanzar en nuestros temas de interés compartido. Ahora tenemos por lo menos un camino para negociar con los cubanos y una manera de poder mostrar resultados al Congreso en los próximos seis meses a un año... Podremos mostrar que los cubanos están negociando de buena fe y, con ese argumento, lograr que el Congreso vote a favor de eliminar el embargo.
¿Creen ustedes que el tema cubano será uno central en las próximas elecciones en EU?
—No puedo predecir el futuro, pero es obvio que es un tema importante. Tenemos 16 meses todavía que nos quedan en el mandato del presidente Obama y esperamos poder movernos bastante rápido con los cubanos.
La visita del presidente Obama a la isla sigue en el tintero.
—Sabemos que el presidente Obama tiene interés en visitar Cuba, pero no sabemos lo que va a ser su agenda en los próximos 16 meses. Obviamente sabemos que tenemos que trabajar duro con el Congreso en los temas de Cuba. Y sabemos que el secretario de Estado John Kerry sí va a volver en algún momento, porque el secretario, así como el ministro cubano Bruno Rodríguez, van a estar muy involucrados en este proceso, en esta hoja de ruta.
El papa Francisco viene a Cuba y va a EU. Esa visita, ¿qué implicaciones va a tener siendo él una figura central en todo el acercamiento entre los dos países?
—Efectivamente, el Papa fue instrumental en este logro del gobierno de Estados Unidos, pero también fue el liderazgo del presidente Obama y el reconocimiento del presidente Obama de que hay que cambiar la política que nos llevó a este alejamiento.
jram