Un video captado por una cámara de seguridad muestra el momento exacto en el que una bomba explotó hoy en una intersección muy transitada en el centro de Bangkok, junto a un templo al que acuden hindúes y budistas.
Este es, de acuerdo con la policía tailandesa, el más grave atentado ocurrido en la capital tailandesa y dejó un saldo de al menos 19 muertos y más de 120 heridos. Sin embargo, el Departamento de Estado de EU afirmó hoy que es "demasiado pronto para saber" si la explosión fue un ataque terrorista.
En la grabación se puede ver a la gente caminando cuando de pronto ocurre la explosión. Un gran destello naranja cubre la pantalla y los transeúntes corren y se cubren con los brazos.
Un segundo video, grabado con la cámara de un auto muestra la misma explosión vista desde otro ángulo. Un fuerte estruendo satura la grabación y momentos después se ven restos de la explosión volando y a la gente que sale de sus autos y corre fuera del lugar.
Las autoridades informaron de 19 muertos, una decena de ellos en el lugar de la explosión, y más de un centenar de heridos, mientras que medios locales cifraban a medianoche local (17.00 GMT) en 27 los fallecidos y en más de 80 los heridos.
Al menos tres turistas extranjeros, dos chinos y un filipino, perecieron por las deflagraciones, según portavoces hospitalarios.
El Gobierno tailandés aseguró que el ataque, cuya autoría no ha sido reivindicada, trata de dañar la industria turística del país, fundamental en la debilitada economía de Tailandia.
El secretario de Estado de EU, John Kerry, expresó hoy su "profunda solidaridad con todos los que resultaron afectados por la explosión en Bangkok" , según indicó su portavoz, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria.
La Unión Europea (UE) también expresó hoy su pésame a las familias de los fallecidos en el "atentado criminal con bombas en una zona concurrida de Bangkok que ha matado y herido tanto a ciudadanos tailandeses como a turistas que visitaban el país", dijo un portavoz de la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, en un comunicado.
"Nuestros pensamientos están con el pueblo de Tailandia en este momento de la conmoción y el dolor", aseguró.
Las fuerzas de seguridad aseguraron en el escenario del ataque que encontraron otros dos objetos sospechosos colocados en los pilares del metro elevado que cruza la metrópoli.
Más tarde, artificieros del Ejército confirmaron que no se trataba bombas.
Según las primeras investigaciones oficiales, al menos en una de las bombas se utilizó dinamita escondida dentro de una motocicleta estacionada fuera del templo budista, mientras que no se ha precisado los componentes del segundo artefacto.
Tras las explosiones, la zona fue rápidamente acordonada por policías y miembros del Ejército para facilitar la asistencia de los heridos y el trabajo de los artificieros.
Mientras los efectivos de emergencias se afanaban en retirar los cadáveres y recoger posibles pruebas, el metro que sobrevuela la zona circulaba con normalidad.
Las fuerte onda provocada por las explosiones reventó cristales y lanzó cascotes a un centenar de metros de distancia y varios vehículos quedaron calcinados frente al recinto religioso.
Los heridos, algunos de ellos de gravedad, fueron ingresados en el hospital de Chulalongkorn y en el de la Policía General.
El general Werachon Sukondhapatipak, segundo portavoz de la junta militar que rige el país, señaló que es pronto para sacar conclusiones sobre los motivos y la autoría del atentado.
Las moto-bomba es una de las técnicas más utilizadas por la insurgencia musulmana del sur del país, que, no obstante, en muy raras ocasiones ha actuado en la capital.
El pasado febrero, dos pequeñas bombas explotaron sin causar víctimas ni daños cerca de un exclusivo centro comercial de Bangkok.
El Gobierno militar señaló que ese ataque, que en apariencia no tenía intención de matar, fue perpetrado por la oposición política.
Los militares gobiernan desde el golpe de Estado incruento acaecido en mayo de 2014 y con el que se puso punto y seguido a la grave crisis política que arrastra el país desde hace lustros y que deja la puerta abierta a cualquier posible autoría de la matanza.
*Con información de agencias
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