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Los marines que bajaron la bandera de Estados Unidos de su embajada en La Habana en 1961, tras la ruptura de relaciones con Cuba, izarán el lábaro patrio este viernes en señal de la reapertura de relaciones diplomáticas 54 años después.
Para los marines Larry C. Morris, Mike East y Jim Tracy, el regreso a la isla para cumplir con este acto protocolar cerrará de manera emotiva un ciclo iniciado aquel 4 de enero de 1961 cuando fueron seleccionados para rendirle honores a la bandera por última vez en suelo cubano.
“Fue un momento de sensibilidad, pero a la vez parecía como si algo no estuviera bien, como si algo estuviera perdido”, recordó East en un video producido por el Departamento de Estado que recogió ese momento en la vida de estos tres marines, asignados entonces a la protección de la embajada.
Morris no pudo contener las lágrimas al recordar como después de que la bajaron, procedieron entonces a doblarla ceremoniosamente de manera que quedara reducida a un triángulo.
“Pudimos simplemente haberla tomado y volver adentro, pero los tres decidimos que la íbamos a doblar”, dijo con voz entrecortada.
Tracy recordó entre risas que los tres fueron seleccionados porque “querían a los tres marines más feos” y confesó que en su caso “pienso en Cuba todo el tiempo”.
Jeffrey DeLaurentis, el encargado de asuntos de la embajada, dijo que desde entonces los tres militares retirados han esperado el momento en que pudieran volver a la isla y a convivir con gente de un país al que guardan un afecto especial.
“Por 54 años, el cálido afecto de estos soldados por los cubanos nunca desapareció, ni su creencia de que algún día ellos se volverían a reunir para izar la bandera”, dijo DeLaurentis en este video producido en anticipación de esa histórica ocasión.
El izamiento de la bandera para formalizar la apertura de la embajada será presidido por el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, y se producirá a menos de un mes de que Cuba hizo lo propio en su representación diplomática en esta capital.
Los tres marines, quienes viajarán a la isla acompañando a Kerry, recordaron que años después de su salida de la isla, con frecuencia hablaban de volver a la isla para izar nuevamente la bandera de las barras y las estrellas.
“Cuando Jim me preguntó que si iría yo le dije que lo haría aún si tuviera que pagar mi propio peso”, indicó Morris.
East dijo que dada la historia de tensiones y sufrimiento entre los tres países tras el rompimiento de relaciones, esa posibilidad se presentaba como algo distante en el horizonte, “pero ahora pienso en eso cada y noche. Ver la bandera siendo izada. Eso significa mucho”.
“¿Qué tan lejos son 90 millas (144 kilómetros)?, ¿qué tanto tiempo son 54 años?. Muchos quizá en términos de nuestras vidas pero nada frente a la profunda y duradera amistad entre Estados Unidos y la gente de Cuba”, concluyó DeLaurentis.
jlcg