A sólo dos semanas del primer debate televisado entre los contendientes por la nominación presidencial del Partido Republicano, los 16 aspirantes luchan codo con codo para asegurarse un lugar en el foro que se considera la plataforma de despegue más importante.
El hecho de que Donald Trump se encuentre a la cabeza de todas las encuestas ha desatado un debate a favor y en contra de los “candidatos legítimos”, un término que busca establecer una frontera entre los políticos profesionales y los advenedizos.
La irrupción de Trump a la contienda se ha convertido en un serio problema para los líderes del Comité Nacional Republicano (NRC) que redujo a nueve debates la contienda por la nominación, a fin de que los aspirantes tengan un mayor margen de maniobra para participar en sus encuentros con los ciudadanos y su base electoral.
El problema surge de los criterios establecidos para que sólo los 10 aspirantes más aventajados en las encuestas participen en los debates. Ante esta disyuntiva, el NRC pidió ayuda a la CNN y a Fox, que transmitirán los debates, para que puedan garantizar una intervención a los 16 candidatos. “Fox News y CNN están trabajando para garantizar segundos debates de los candidatos republicanos que no figuren en los 10 primeros lugares. Se puede decir que los 16 mejores debatirán”, dijo Sean Spicer, director de comunicaciones del NRC
Los esfuerzos por evitar que el índice de popularidad sea el único criterio a la hora de elaborar la lista de participantes en los debates coincidieron con los llamados del presidente del NRC, Reince Priebus, quien a través de entrevistas a varios medios deslizó la propuesta para que todos los aspirantes se comprometan a no amenazar con participar como independientes en caso de fracasar en el proceso de nominación del Partido Republicano.
“Nuestros candidatos deben comprometerse a no contender por un tercer partido ajeno al republicano”, consideró Priebus.