El secretario de Estado norteamericano John Kerry calificó de "fantasía lisa y llana" la idea de que Estados Unidos pudo haber obtenido un acuerdo mejor en las negociaciones nucleares con Irán.

"Permítanme destacar que la alternativa al acuerdo que obtuvimos no es lo que vemos en la publicidad por televisión", dijo Kerry en la primera audiencia pública sobre el proyecto de levantar las sanciones económicas y de otro tipo sobre Irán a cambio de restricciones al programa nuclear de la República Islámica. Aludió así a los avisos del grupo de cabildeo American Israel Public Affairs Committee (Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos Israel) que exhortan a los legisladores a rechazar el acuerdo.

"No es un acuerdo mejor, una suerte de unicornio que requiere la capitulación total de Irán", dijo Kerry ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

El senador Bob Corker y otros republicanos hablaron con desdén de la afirmación del gobierno de que la única alternativa al acuerdo alcanzado era la guerra con Irán.

"Los han esquilmado", dijo Corker, el presidente de la comisión, cuando Kerry se sentaba a la mesa de los testigos. Posteriormente trató de suavizarlo: "Nos han esquilmado" . Dijo que le deprimió escuchar al secretario de Estado y otros funcionarios decir lo mismo al informar a puertas cerradas a los legisladores en la víspera.

"Los han embaucado, muchachos", añadió el senador Jim Risch, republicano de Idaho, quien aseguró que el acuerdo no permitirá realizar ensayos en el complejo militar iraní de Parchin.

Kerry estuvo acompañado por el secretario de Energía Ernest Moniz, quien participó de las negociaciones con Irán y por el secretario del Tesoro Jack Lew, encargado de aplicar muchas de las sanciones a la economía iraní destinadas a obligar a Teherán a negociar.

La audiencia fue una nueva etapa en lucha desgastante que conducirá a lo que podría ser la votación sobre política exterior más importante en una década.

El acuerdo entrará en vigencia a menos que el Congreso lo bloquee y los republicanos que son mayoría en las dos cámaras han expresado su intención de hacerlo en septiembre.

Obama ha dicho que vetará cualquier proyecto en ese sentido. Entonces había una votación para anular el veto, que debería imponerse por dos tercios. El gobierno necesita 34 votos en el Senado y 146 en la cámara baja para ratificar el veto.

ahd

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