El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió ayer los acuerdos históricos alcanzados con Cuba e Irán, diciendo que sus críticos se olvidaron que en el pasado pusieron en práctica “políticas que no funcionaron” y que sólo arrastraron a EU a confrontaciones inútiles o a la costosa e injustificada guerra con Irak. En cambio, aseguró, su administración ha apostado por lo que llamó “diplomacia inteligente”.
“Liderazgo real significa algo más. Es tener el valor para darle a la nación una nueva dirección. Es tener la sabiduría para ir más allá de las políticas que no han funcionado en el pasado. Tener la confianza para articular una diplomacia inteligente, de principios, que puede conducir a un futuro mejor”, dijo en la Convención Nacional de Veteranos de Guerra en Pittsburgh, Pennsylvania.
“Hoy, con nuestra embajada estadounidense abierta en La Habana por primera vez en 50 años, reafirmamos que vamos a hablar a favor de la libertad y los valores universales”, dijo el presidente, en momentos en que una encuesta del Centro de Investigación Pew reveló que 73% en EU apoya el restablecimiento de las relaciones con la isla.
“Y en el caso de Irán, vamos a impedir que tenga un arma nuclear”, añadió al destacar la importancia de la diplomacia inteligente en la que su administración se ha embarcado para dialogar y negociar. “Nosotros no tenemos miedo de participar en un proceso de diálogo y negociaciones”, insistió. Según otro sondeo del Pew, 48% de los estadounidenses desaprueba el pacto con Teherán y 39% lo respalda.
El mensaje de Obama se produce en momentos en que la mayoría republicana en el Congreso se ha propuesto obstaculizar la nominación de un embajador en Cuba y la liberación de fondos para obras de remozamiento de la sede diplomática en La Habana, mientras estudia iniciativas que compliquen el traslado de los 116 prisioneros que están en la base militar de Guantánamo, impidiendo al mandatario cumplir su promesa de cerrar ese centro de detención. Además, el presidente se enfrenta a las presiones de los republicanos (y del poderoso lobby judío) para descarrilar el acuerdo alcanzado con Irán el 14 de julio.
“Una diplomacia inteligente, fuerte y disciplinada ha demostrado que es mejor para prevenir que Irán construya un arma nuclear” y se convierta en un factor de inestabilidad en Medio Oriente, añadió Obama. “Creo que hay maneras más inteligentes, más responsables de proteger nuestra seguridad nacional, y eso es lo que estamos haciendo. En lugar de desestimar al resto del mundo y trabajar solos, estamos haciendo un trabajo duro y paciente de unificar a la comunidad internacional para enfrentar una amenaza común”, dijo Obama.
Desde el inicio de su campaña por la presidencia en 2008, Obama prometió que su política exterior desafiaría “el pensamiento convencional” y no temería sentarse a negociar con los inveterados enemigos de EU, como Irán y Cuba.
Entre los críticos más entusiastas de los acuerdos alcanzados con Irán se encuentra el ex vicepresidente, Dick Cheney, quien ha acusado a Obama de haber dejado un margen peligroso a Irán para que esta nación se haga en el futuro con un arma nuclear. En respuesta, Obama recordó que “algunos de los mismos políticos y expertos que fueron rápidos al rechazar una solución diplomática al programa nuclear de Irán, son los mismos que defendieron ir a la guerra en Irak”, una decisión que, subrayó, “nos costó sangre y dinero”.
En tanto, la disidente cubana Rosa María Payá denunció que los funcionarios de la nueva embajada cubana en Washington no la dejaron acceder al edificio para entregar una carta y llamaron a la policía; aseguró que eso demuestra que la legación “no está abierta para los cubanos”.
*Con información de EFE