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Atenas.— El primer ministro griego, Alexis Tsipras, despidió ayer a ministros rebeldes que votaron en contra de las reformas exigidas por los acreedores internacionales a cambio de un acuerdo de rescate.
El cambio más significativo y también el más previsible fue el del ministro de Reconstrucción Productiva, Energía y Medio Ambiente, Panayotis Lafazanis, uno de los diputados que votaron contra las reformas en el Parlamento, que finalmente salieron adelante con el apoyo de la mayoría de la oposición. En total 39 diputados, de un total de 149, decidieron dar la espalda a las reformas mediante el voto en contra (32), la abstención (6) o la ausencia (1).
Lafazanis, representante de la Plataforma de Izquierda —la corriente más a la izquierda de Syriza—, había declarado su intención de no dimitir, pues aunque votó en contra, aseguró que seguía apoyando al gobierno y al primer ministro.
Su lugar, que será clave en el marco de las reformas al ser responsable de numerosas privatizaciones, pasa a manos de uno de los colaboradores más estrechos de Tsipras, Panos Skurletis, hasta ahora ministro de Trabajo. A su vez, la cartera de Trabajo recae en Yorgos Katrougalos, actual ministro adjunto de Reforma Administrativa.
Estos dos son los únicos cambios ministeriales, pues el resto, un total de ocho, afectan a viceministros y ministros adjuntos, todos los que optaron por no respaldar el acuerdo.
Entre los viceministros desplazados destaca el de Asuntos Sociales, Simitris Stratoulis, también del ala más izquierdista de Syriza.
Tsipras había advertido el jueves que “la decisión de nuestros compañeros —que votaron contra la reforma— pone en duda su apoyo al primer gobierno izquierdista de la historia del país, y a partir de ahora estoy obligado a seguir con un gobierno en minoría hasta que se concluya un acuerdo”.
Sin embargo, el disenso en el seno del gobierno podría no acabar allí. El 22 de julio el Parlamento someterá a votación nuevas medidas de ahorro y de reforma y se estima que en esa fecha podrían resurgir las divisiones. Según círculos gubernamentales, por ahora el principal objetivo del gobierno es sacar adelante los programas de ajuste y de ayudas y luego, una vez que el nuevo rumbo tome curso, pensar en la posibilidad de convocar elecciones anticipadas.
La cartera de Finanzas continuará en manos de Euclides Tsakalotos y Exteriores seguirá a cargo de Nikos Kotzias. El titular de Defensa, otra de las carteras a las que los acreedores internacionales exigían mayores recortes, seguirá siendo Panos Kammenos, líder del partido de coalición Griegos Independientes. Pero su viceministro, Kostas Isichos, será apartado.
En tanto, los acreedores internacionales de Atenas obtuvieron ayer luz verde para comenzar a negociar con el gobierno de Tsipras la diagramación del tercer paquete de ayudas. Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona aprobaron el inicio de las conversaciones, después de que algunos Parlamentos nacionales, como el alemán y el austríaco, sometieran la decisión a votación.
Según cifras actuales, este tercer programa implicaría ayudas por hasta 86 mil millones de euros a lo largo de tres años. Tanto en Austria como en Alemania el voto legislativo fue a favor de que las partes inicien las negociaciones. En el Bundestag alemán el mandato fue aprobado por 439 a favor, 119 en contra y 40 abstenciones gracias al apoyo de los partidos que forman la coalición de gobierno, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas del SPD.
La alternativa a los programas de reforma, comentó Merkel, hubiese sido torcer los tratados europeos “hasta que no tuviesen ningún valor” . “Las consecuencias podrían haber sido violencia y caos”, advirtió.
Por su parte, la Comisión Europea confirmó la concesión a Grecia de un crédito puente de 7 mil 160 millones de euros para que Atenas pueda devolver este lunes un crédito al BCE. Agencias