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El poder blando —el uso de la atracción positiva y la persuasión para alcanzar objetivos— está ganando espacios en los mensajes de los líderes políticos y en las portadas de los diarios, en un mundo cada vez más confuso, complejo y multipolar, en el que los límites del poder duro —el uso de la fuerza, amenazas y sanciones— se ha vuelto más obvio, de acuerdo con el profesor Joseph Nye, quien acuñó el concepto de poder blando (soft power) en 1990.
En la primera medición del poder blando de los países, a partir del concepto de Nye, México se ubica en el lugar 29 en una clasificación global anual de 30 naciones sobre la capacidad de los recursos nacionales en la materia, que considera seis categorías: Compromiso global, Cultura, Gobierno, Educación, Digitalización y Clima de negocios.
De acuerdo con el reporte The Soft Power 30, México destaca en las categorías Cultura y Digitalización, en las que queda clasificado en los puestos 16 y 15, respectivamente. En la categoría Cultura —que mide el alcance global y el atractivo de un producto cultural de una nación, tanto de cultura pop como de alta cultura— México supera a países con riqueza cultural y patrimonial como Grecia y Turquía, lo que demuestra una creciente popularidad de la cultura mexicana moderna.
En la categoría de Digitalización —que evalúa la infraestructura digital y la capacidad de diplomacia digital de un país— México supera a países desarrollados como Finlandia, Italia, España, Bélgica o Suiza.
El estudio, de 54 páginas, indicó que el desempeño más débil de México es en la categoría Gobierno, en la que se ubica en el puesto 28, que considera el compromiso del país con la libertad, los derechos humanos, la democracia y la calidad de las instituciones políticas. Brasil, el único otro país de América Latina incluido en el índice, ocupa en la categoría de Gobierno el lugar 29, mientras que en Cultura se ubica en el 15 y en digitalización en el 26.
El Reino Unido ocupa el primer puesto del índice, con “una combinación inigualable de fuertes activos en todas las categorías del poder blando”, particularmente en Compromiso Global, Cultura, Educación y Digitalización.
El segundo sitio lo ocupa Alemania, que tiene un alto nivel de confianza del público internacional por “hacer lo correcto en relaciones exteriores” en comparación con cualquier otra potencia internacional.
Estados Unidos es la nación líder en las áreas de Cultura, Educación y Digitalización. El estudio, elaborado por Jonathan McClory para la consultora Portland, con sede en Londres, aclaró que “las percepciones de la política exterior estadounidense arrastraron hacia abajo el poder blando general de Estados Unidos”.
Francia ocupa el cuarto puesto, justo debajo de Estados Unidos, con el mejor desempeño en Compromiso Global. “Francia tiene una amplia red diplomática y es el país con más membresías en organizaciones internacionales en el planeta”.
En cuanto a China, pese a la significativa inversión en recursos de poder blando, los registros sobre derechos humanos, libertad de prensa y percepciones de la política exterior china la ubicaron en el último puesto.
El estudio, que se presenta por primera vez, consideró una muestra representativa de 50 países, entre ellos las principales potencias mundiales, miembros de la OCDE, naciones emergentes BRIC y “otros países pequeños que se han labrado una reputación superior a su tamaño”. Sin embargo, el reporte, que encuestó a más de 7 mil personas en el mundo, sólo publicó los resultados para los 30 primeros países. Nye, en la presentación del documento, señaló que éste “es el panorama más claro hasta el momento sobre el poder blando a nivel mundial”.