En el inicio de una dura batalla, el presidente estadounidense Barack Obama defendió ayer el acuerdo histórico con Irán como la mejor manera de mantener a raya su programa nuclear y urgió al Congreso a no desaprovechar esta oportunidad para ahuyentar la amenaza de una guerra y una carrera nuclear en Medio Oriente.
En un mensaje dirigido a la mayoría republicana en el Congreso, pero también al gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu, Obama les pidió no desaprovechar esta oportunidad histórica para atajar todas las vías de Irán hacia un arma nuclear.
“Con este acuerdo, si Irán viola las condiciones, habrá consecuencias. Sin este acuerdo, Estados Unidos y sus aliados en Medio Oriente siempre estaremos a merced de una amenaza de guerra nuclear y de una inestabilidad permanente”, consideró en un alegato que le permitió fijar postura antes del inicio de una dura batalla que le enfrentará con el liderazgo del Partido Republicano en el Congreso, pero también con el poderoso lobby judío.
“Con este acuerdo, tenemos la posibilidad de resolver pacíficamente una importante amenaza a la seguridad regional e internacional”, afirmó, ante las acusaciones de que el acuerdo representa una capitulación de EU ante su viejo enemigo iraní y que primero debió reclamar la liberación de tres estadounidenses presos en aquella nación.
Tres ciudadanos de EU, entre ellos un ex marine, un reportero del diario The Washington Post y un pastor cristiano, permanecen en las cárceles de Irán y uno más figura como desaparecido. Obama explicó que vincular la suerte de estos ciudadanos al resultado de las negociaciones habría sido un error, pues Irán habría podido recurrir al chantaje.
El senador republicano por Arkansas, Tom Cotton, advirtió que “la mayoría republicana lo va a rechazar (el acuerdo) porque eso es lo que pueblo estadounidense desea”.
Tras la firma del pacto con Irán, el Congreso dispone de un plazo de 60 días para avalarlo o rechazarlo. Obama ya advirtió que vetará cualquier iniciativa que busque dinamitar el acuerdo.
Carl Meacham, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), dijo que los republicanos podrían buscar alianzas, incluyendo con el lobby judío, en su intento por frenar el acuerdo. “La pregunta es si conseguirán que un nutrido grupo de demócratas le den la espalda a Obama cuando el calendario electoral se encuentra a la vuelta de la esquina. Eso difícilmente va a ocurrir”, señaló.