Austin.— El gobierno de Estados Unidos presentó ayer a los magistrados del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, en Nueva Orleáns, uno de los más conservadores del país, sus argumentos para poder implementar medidas migratorias y regularizar a cerca de cinco millones de indocumentados.
Esta iniciativa del presidente estadounidense, Barack Obama, fue bloqueada el 16 de febrero por el juez federal de Texas Andrew Hanen y, desde entonces, el gobierno se ha abocado a una batalla legal que tuvo ayer, por el momento, su último episodio.
Los abogados del Departamento de Justicia de Estados Unidos argumentaron ante los tres jueces del tribunal, los conservadores Jennifer Walker Elrod y Jerry Smith y la progresista Carolyn Dineen King, que la Constitución ampara las medidas que Obama pretende impulsar.
Por su lado, Texas, que encabeza una coalición de 26 estados, en su mayoría republicanos y opuestos a la regularización de indocumentados, pidió a los jueces que mantengan la suspensión dictada por Hanen, señalando que el gobierno federal ha extralimitado sus funciones. Ello obligaría al traslado del caso al Tribunal Supremo.
Inmigrantes y activistas de todo EU se comprometieron ayer a mantener la lucha a favor de las medidas de Obama y llevar el caso directamente a la Corte Suprema en busca de soluciones permanentes. “No vamos a perder la esperanza, seguiremos luchando porque tenemos el apoyo de mucha gente”, dijo el indocumentado José Serbin, en Nueva Orleáns.
En este contexto, el senador republicano por Arizona John McCain advirtió que su partido no derrotará a la aspirante presidencial demócrata Hillary Clinton en las elecciones de 2016 a menos que apoye “una reforma migratoria integral y una política de seguridad fronteriza”, y denunció el actual “circo” que se vive sobre este tema, en alusión a las declaraciones del aspirante presidencial Donald Trump. Agencias