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Washington.— La epidemia de los incidentes raciales, con policías de por medio, alcanzó ayer a la localidad de McKinney, en los suburbios de Dallas, Texas. Tras un incidente entre vecinos de raza blanca y negra, el viernes pasado la policía irrumpió para tomar partido y someter mediante insultos y abusos a varios adolescentes negros, entre ellos una jovencita de 14 años que fue sometida con exceso de fuerza.
El protagonista de este nuevo escándalo de abuso policial es el oficial Eric Casebolt, quien llegó con dos compañeros para tratar de poner fin a una disputa entre vecinos que acudían a una misma piscina.
En las imágenes, subidas el sábado a YouTube, el oficial Casebolt hace uso excesivo de la fuerza mientras tiene boca abajo contra el piso a Dajerria Becton, quien solloza mientras el policía tiene la rodilla sobre su espalda.
Según el testimonio de una de las jóvenes que consiguieron filmar el incidente, una mujer de raza blanca comenzó a insultar a los adolescentes por considerar que los “negros hijos de ...” no deberían salir de la sección 8, que es la que muchos en el barrio identifican con las clases menos favorecidas.
“El policía que llegó arremetió contra nosotros directamente con insultos y amenazas y llegó a sacar su pistola para apuntar contra dos de los muchachos que estaban ahí sin hacer nada”, narró Tatiana Rhodes, una de las jóvenes que grabó con su teléfono celular el altercado que ha puesto contra las cuerdas a la policía de McKinney.
“Nunca se cuestionó a los vecinos de raza blanca que arremetieron contra nosotros”, añadió.
Precisamente, nada más trascender el contenido de este video a través de las redes sociales, la policía de McKinney se vio obligada a suspender temporalmente al oficial Casebolt mientras promete una investigación del incidente y aumentan las demandas de activistas sociales para que sea despedido.
En un comunicado, la policía señaló que “sus oficiales están obligados a tratar a todos con igualdad”.
Precisamente, este pronunciamiento ha sido puesto en tela de juicio luego de que los videos del incidente inundaran las redes. Las imágenes, que hablan por sí mismas, dan cuenta de un cuerpo policial que se ensaña con los jóvenes de raza negra, mientras los vecinos de raza blanca que han iniciado el altercado actúan como comparsas de la redada.
Nada más ver el contenido del video, Brian Loughmiller, alcalde de McKinney, se declaró “preocupado y perturbado” por este incidente y prometió también que se llegará al fondo de este asunto.