Miles de manifestantes se congregaron el sábado en el centro turístico alpino de Garmisch-Partenkirchen, en Alemania, para protestar por una variedad de causas antes de la llegada de los líderes de las democracias industrializadas para una reunión cumbre de dos días.

Anarquistas vestidos de negro protestaron por la violencia policial, los anticapitalistas denunciaron un propuesto acuerdo comercial transatlántico y manifestantes por la paz entonaron lemas antibélicos.

Varias personas resultaron heridas por enfrentamientos entre policías y manifestantes en la protesta central contra la cumbre del Grupo de los Siete (G-7). Según fuentes policiales, activistas atacaron a los agentes con botellas y extintores durante la marcha en Garmisch-Partenkirchen. La policía respondió con gas pimienta. Hasta ese momento, la marcha se había dado en medio de un clima pacífico y festivo.

El portavoz policial Hans-Peter Kammerer aseguró que un efectivo fue herido en el ojo, aunque no quedó claro cómo o con qué. También varios manifestantes fueron atendidos por los servicios médicos por problemas en los ojos. La plataforma “Stop G-7 Elmau”, que convocó el acto, acusó a la policía de atacar a manifestantes y provocar los incidentes. Además denunció la detención de un activista. La policía movilizó 22 mil agentes para mantener controlados a los manifestantes.

Monika Lambert dijo que había venido “para ejercer mi derecho democrático a decir que todo lo que decide el G-7 es en interés de los bancos y los capitalistas”.

La mujer, de la ciudad bávara de Erlangen, dijo que la historia alemana ha demostrado que es importante hacerse oír. “Les pregunté a mis padres qué hicieron durante el periodo nazi y no hicieron nada”, afirmó. “No quiero decir lo mismo a mis hijos y nietos”.

Unos 2 mil manifestantes marcharon desde un campamento en las afueras de la ciudad hasta la estación ferroviaria y se les sumaron miles de personas, incluso muchas familias con niños. Michael Wildmoser, de Bavaria, exhibió un cartel con lemas comunistas. “Demasiados jóvenes son explotados en trabajos de escasa paga”, afirmó. “Esta situación no puede seguir”.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acude a la cumbre del G-7, con el objetivo de presionar a sus socios europeos para que mantengan las sanciones a Rusia por la crisis ucraniana y de revisar la campaña de bombardeos aéreos contra el Estado Islámico (EI).

Obama partió ayer de Washington para asistir a la cumbre con los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá. Agencias

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