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El 26 aniversario de la matanza de Tiananmen, que puso trágico final a las protestas prodemocracia de 1989 en China, transcurre hoy con el habitual contraste entre el silencio forzado dentro del país y peticiones desde el exterior para que Pekín asuma responsabilidades y desclasifique aquellos hechos.
En una China donde apenas circulan noticias o fotografías sobre lo sucedido en la noche del 3 al 4 de junio de 1989, para los cientos de turistas que hoy recorrieron la plaza de Tiananmen era un día más para visitar la Ciudad Prohibida o rendir sus respetos al cuerpo embalsamado de Mao Zedong.
Pese a la persistente lluvia en la capital china, los turistas, en su mayoría procedentes de otras partes del país, cumplieron el ritual de recorrer la céntrica plaza, no sin antes pasar por estrictos controles de seguridad en todos los accesos a la enorme explanada.
Antes de 2013 estos controles sólo se desplegaban, precisamente, en aniversarios de la matanza u otras fechas sensibles para el régimen, pero desde que en ese año un automóvil con presuntos terroristas arrollara a decenas de turistas las medidas de seguridad se mantienen cada día del año.
La vida en la plaza transcurría hoy ajena a aniversarios y la prensa china eludía, como otros años, mención alguna a la efeméride, mientras que el Gobierno chino respondía, también como en anteriores ocasiones, con su fórmula habitual de minimizar los hechos de 1989 y asegurar que el país ya pasó página.
"Respecto al incidente político en la década de los 80, la gente ha llegado a la conclusión de que la política de reforma y apertura ha demostrado que el país va por buen camino y recibe el apoyo de mil 300 millones de ciudadanos" , señaló al respecto la portavoz del Ministerio de AAEE chino Hua Chunying, a principios de esta semana.
El único reducto de memoria dentro de China parece estar en la asociación Madres de Tiananmen, que agrupa a poco más de un centenar de familiares de víctimas de la matanza y que este año hizo pública una misiva en la que pide a los líderes chinos que acaben con la mordaza en torno a la masacre.
El grupo exige al régimen chino que predique con el ejemplo en un año en el que Pekín ha pedido en reiteradas ocasiones a Tokio que recuerde y asuma sus crímenes de guerra durante la invasión de China (1937-1945) , en el 70 aniversario de su victoria frente a Japón.
"Según esa lógica, ¿no deberían los líderes chinos asumir su responsabilidad por sus crímenes?", señaló la organización, que este año no sólo pidió a Pekín que acabe con el silencio en torno a Tiananmen sino también el que tapa otros hechos "incómodos" como la Revolución Cultural o las hambrunas del Gran Salto Adelante.
Desde EU, el Departamento de Estado también pidió que el Gobierno chino arroje luz sobre lo ocurrido en 1989 y permita a quienes lo deseen conmemorarlo pacíficamente.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) y Defensores de Derechos Humanos de China (CHRD) pidieron asimismo que Pekín acabe con su negación de lo sucedido hace 26 años y deje de perseguir a activistas que mantienen la llama del recuerdo.
HRW citó al abogado de derechos humanos Pu Zhiqiang, detenido desde que el año pasado participara en un homenaje para conmemorar los hechos de 1989, o al activista Chen Yunfei, arrestado el pasado marzo por rendir tributo a dos estudiantes muertos en 1989.
CHRD publicó una lista de decenas de participantes en las protestas de 1989 que siguen detenidos o perseguidos por el régimen, entre ellos el Nobel de la Paz Liu Xiaobo, uno de los ideólogos del movimiento de finales de los 80 y condenado en 2009 a 11 años de cárcel por "subversión".
"Las detenciones evidencian que el régimen es muy débil. Mucho desarrollo económico, pero la gente aún no puede hablar libremente", comentó uno de los líderes estudiantiles de Tiananmen hace 26 años, Zhou Fengsuo, exiliado en EU.
Uno de los pocos lugares de China donde sí se recuerda públicamente los sucesos de 1989 es, gracias a su amplia autonomía, el territorio de Hong Kong, donde esta noche se celebra la tradicional vigilia en el Parque Victoria y concentraciones en un campus universitario.
La matanza de Tiananmen puso fin a más de dos meses de protestas en las que millones de ciudadanos chinos, en diversas ciudades del país, pedían una mayor apertura política del régimen, libertad de expresión o elecciones libres.
Movimientos similares al de China en ese mismo año acabaron con los regímenes socialistas del este de Europa, mientras que en el régimen asiático aquella "Primavera de Pekín" fue sangrientamente reprimida con armas de fuego y tanques.
ahd