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El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció anoche que celebrará un referéndum el próximo 5 de julio para que la población en Grecia decida si el gobierno debe aceptar el programa de rescate propuesto por los acreedores internacionales.
En un discurso televisado, Tsipras dijo que ya informó al respecto al presidente griego, Prokopis Pavlopoul, y al principal partido de oposición, el conservador Nueva Democracia.
Este sábado los ministros del eurogrupo se reunirán nuevamente en Bruselas para intentar lograr un acuerdo sobre las reformas que debe implementar Grecia para que los acreedores liberen un tramo de ayudas pendientes por 7 mil 200 millones de euros.
Se estima que esta es la última oportunidad de hallar una solución, tras meses de negociaciones. El acuerdo permitiría evitar la bancarrota del país, que el próximo martes debe pagar mil 600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Horas antes, el primer ministro griego había advertido que las negociaciones europeas por la deuda de Grecia toman un rumbo equivocado y van en contra de los principios del bloque.
“Los principios fundamentales de la Unión Europea eran la democracia, la solidaridad, la calidad y el respeto mutuo”, afirmó Tsipras tras participar ayer en la cumbre de la UE en Bruselas.
“Esos principios no se basan en extorsiones y ultimátums”, advirtió. Tsipras dijo que la propuesta de los acreedores pone “cargas insostenibles” al país y pidió a los griegos una “contundente respuesta” al “ultimátum”.
“Estas propuestas, que claramente violan las reglas europeas y los derechos básicos al trabajo, la igualdad y dignidad, muestran que el propósito de algunos de los socios e instituciones no era un acuerdo viable para todas las partes, sino posiblemente la humillación de un pueblo entero”, dijo Tsipras.
Atenas pedirá que se extienda por unos días el acuerdo de rescate que vence el 30 de junio, considerando el referéndum, dijo. El Parlamento griego se reunirá hoy para aprobar la decisión del gabinete de convocar la consulta. “Griegos, ante este chantaje para aceptar un programa de austeridad humillante que no tiene fin ni prospecto de volver a ponernos de pie, los llamo a decidir soberana y orgullosamente, como dicta la orgullosa historia de los griegos”, dijo Tsipras.
Varios representantes del gobierno, entre ellos el ministro de Estado, Nikos Pappás —mano derecha de Tsipras—, así como el titular de Energía, Panayotis Lafazonis, se mostraron confiados en que el pueblo votará con “un rotundo ‘no’”.
El gobierno griego rechazó ayer la prórroga de cinco meses ofrecida por las instituciones al considerar que exige adoptar “nuevas medidas que provocarían una fuerte recesión” como condición para lograr una financiación “completamente insuficiente”.
“Si el gobierno y el Parlamento aprobaran esta propuesta, los ciudadanos y los mercados entenderían que se acerca un periodo de cinco meses de recesión, lo que conduciría a otra negociación en condiciones de crisis”, señalaron fuentes del Ejecutivo.
En una táctica del palo y la zanahoria, la zona euro ofreció liberar miles de millones en ayuda congelada si Grecia acepta e implementa unas reformas en las pensiones y los impuestos que son un anatema para su gobierno izquierdista, elegido en enero con la promesa de poner fin a la austeridad.
También hicieron un gesto a las exigencias de Tsipras de un alivio de la deuda, al ofrecerle reafirmar un compromiso de 2012 de estudiar alargar el vencimiento de los préstamos, bajar las tasas de interés y extender una moratoria en el pago de intereses sobre los préstamos en la zona euro a Grecia, afirmó un alto funcionario de la UE.
Si Grecia no sella un acuerdo durante el fin de semana para liberar los fondos, se expondrá al impago de su deuda con el FMI el martes, lo que podría detonar una fuga de depósitos bancarios, controles de capital y un aumento de las dudas sobre su futuro en la zona euro.
Marchan miles
Miles de seguidores del Partido Comunista griego (KKE) pidieron ayer al gobierno de Tsipras la ruptura con los acreedores internacionales y con la UE.
En una manifestación multitudinaria en la Plaza Syntagma, ante el Parlamento, el secretario general de la formación política, Dimitris Kutsumbas, criticó con dureza al gobierno izquierdista de Syriza por negociar “en contra de los intereses de la clase obrera”.