Más Información
Sheinbaum critica a oposición por estar a favor de dichos de Trump; “parecen convervadores del siglo XIX”
Migrantes de otras nacionalidades deben de ser repatriados a sus países, no a México: Sheinbaum; “no los vamos a dejar solos”, dice
Sheinbaum ofrece a migrantes acceder a programas de Bienestar ante amenaza de Trump; no ha tenido “mayor comunicación”
Sheinbaum responde a Trump tras advertencia de declarar cárteles como organizaciones terroristas; “no hay que engancharse”, dice
Washington.— El coautor confeso de los atentados del Maratón de Boston de 2013, Dzhokhar Tsarnaev, rompió ayer el silencio que mantuvo en el proceso judicial y pidió perdón durante la vista en la que un juez federal oficializó la sentencia de pena de muerte contra él acordada por un jurado en mayo.
El magistrado George A. O’Toole Jr, encargado del caso, dictó ayer “pena de muerte por ejecución” contra Tsarnaev por perpetrar junto a su hermano Tamerlan unos atentados en los que murieron tres personas y 264 resultaron heridas, la peor masacre en suelo estadounidense desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.
“Pido perdón por las vidas que he arrebatado... por el sufrimiento que he causado y por el terrible daño que he hecho”, dijo Tsarnaev ante la corte, en Boston. “Rezo a Alá para que confiera su misericordia para los afectados por las bombas y sus familias. Rezo por su sanación”.
“Cuando se mencione su nombre, lo que se recordará es el mal que ha hecho”, le dijo el magistrado O’Toole al ratificar la sentencia. “Usted ha asesinado y mutilado a personas inocentes con intención”, le recriminó. “Si crees que Dios quiere que mates a gente, crees en un Dios cruel. Ese no puede ser el Dios del islam”.
Tsarnaev será trasladado al corredor de la muerte de la prisión de Terre Haute, en Indiana. La defensa ya dijo que apelará, así que Tsarnaev, de 21 años, podría permanecer en el corredor de la muerte por décadas. La pena capital en su contra fue solicitada a nivel federal, pues el estado de Massachusetts abolió esta práctica en la década de 1980.
En este contexto, según un conteo de la Fundación New America, desde el 11-S (2001) los ataques realizados en EU por individuos ligados a ideologías supremacistas o antigobierno han matado a casi el doble de personas (48) que los perpetrados por yihadistas (26). Agencias