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El Ejército israelí y grupos armados palestinos cometieron durante la ofensiva militar de 2014 abusos que podrían ser considerados crímenes de guerra, según un informe hecho público hoy por la comisión de investigación de la ONU sobre el último conflicto en la Franja de Gaza.
"La comisión recopiló información sustancial que apunta a serias violaciones de la ley humanitaria internacional y de la ley internacional de derechos humanos, tanto por parte de Israel como de los grupos palestinos armados", reza el estudio.
En algunos casos, "estas violaciones pueden ser consideradas crímenes de guerra", asegura el documento.
La operación militar israelí "Margen Protector" contra Gaza llevada a cabo entre el 8 de julio y el 26 de agosto de 2014 causó la muerte de 2 mil 251 palestinos (mil 462 de ellos civiles y 551 niños), mientras que en el lado israelí perdieron la vida 67 soldados y seis civiles.
Además, el conflicto causó heridas a 11 mil 231 palestinos y a mil 600 israelíes.
El texto recuerda que "cientos de palestinos fueron asesinados en sus propias casas, especialmente mujeres y niños".
Se ha documentado que al menos 142 familias perdieron a tres o más miembros en ataques a edificios residenciales, lo que resultó en 742 muertes.
"El hecho de que Israel no revisó sus prácticas de bombardear las áreas residenciales, a pesar de que eran obvios los efectos en los civiles, hace cuestionarse sobre si esto era parte de una política aprobada, al menos tácitamente, al más alto nivel del gobierno", explicita el texto.
Consultada al respecto en rueda de prensa, la presidenta de la comisión, la estadounidense Mary McGowan Davis, respondió que está claro que la práctica era un "patrón" y que este no era efectivo en proteger a los civiles.
"Los mandos tenían que haber hecho algo para detener esas muertes y no lo hicieron", agregó Davis.
"El hecho de la repetición y la continuación de estos ataques y las obvias consecuencias de destrucción y muerte, de alguna manera debían haber hecho reaccionar a la cadena de mando, que sin embargo no hizo nada y permitió que esto ocurriera", dijo, por su parte, el segundo miembro de la comisión, Doudou Diène.
La comisión acusa también a Israel de haber cometido violaciones en Cisjordania, entre ellos asesinatos, torturas y malos tratos.
"Condenamos la práctica de usar armamento real como método de dispersar manifestaciones", afirmó Davis.
De hecho, 27 palestinos perdieron la vida y 3 mil 020 resultaron heridos en Cisjordania entre junio y agosto de 2014, según los expertos.
La comisión cuestiona el hecho de que Israel no haya reemplazado a la cúpula militar, a pesar de las acusaciones que pesan sobre ella y "ante el masivo nivel de destrucción y muerte en Gaza".
"Lo que hace cuestionarse sobre las potenciales violaciones a la ley humanitaria cometidas por estos responsables, que podrían considerarse crímenes de guerra", añade.
Con respecto a los grupos armados palestinos, la comisión denuncia la "naturaleza indiscriminada de los proyectiles lanzados contra Israel y que tenían como objetivo atacar a los civiles, lo que viola la ley humanitaria internacional y puede constituir crímenes de guerra".
Asimismo, la comisión denuncia las ejecuciones extrajudiciales de los llamados "colaboracionistas", algo que también podría constituir crímenes de guerra.
Ante este horror, los expertos solicitan a ambas partes que obliguen a los culpables a asumir responsabilidades por sus actos.
"Israel debe romper su lamentable récord de no exigir responsabilidades a los responsables, no sólo como una medida de ofrecer justicia para las víctimas sino también como una medida de garantizar la no repetición".
Dicho esto, Davis asumió que está "decepcionada" por el hecho de que se haya cerrado sin cargos el caso de los cuatro niños muertos por fuego israelí cuando jugaban en la playa de la ciudad de Gaza.
"El ejército no ha entrevistado ni a los palestinos ni a los periodistas extranjeros que fueron testigos directos de lo que ocurrió, lo que levanta sospechas sobre cómo ha sido realizada la investigación. Estoy muy decepcionada y espero que esto no se convierta en un precedente", afirmó la jueza.
El informe también recuerda las consecuencias del conflicto en la vida diaria de Gaza, tras la destrucción de 18 mil apartamentos; la casi total devastación de la red de agua, saneamiento y electricidad, y la destrucción de 73 centros sanitarios, del 30% de las escuelas y del 50% de las guarderías.
Además, aún existen en Gaza 7 mil bombas, proyectiles y minas sin explotar que ponen en peligro a toda la población, y hay mil niños palestinos que han quedado discapacitados de por vida.
Como en situaciones similares anteriores, Israel no permitió a los miembros de la comisión visitar los territorios ocupados, por lo que el informe se basa en casi 300 entrevistas y 280 testimonios escritos.
Los 51 días de guerra representaron la tercera ofensiva israelí de gran envergadura en Palestina desde 2007.