Al menos cuatro militares colombianos murieron y seis resultaron heridos cuando el helicóptero Black Hawk en el que viajaban aterrizó en un campo minado en una zona rural del municipio de Teorama, en el departamento de Norte de Santander (noreste), informaron hoy fuentes castrenses.

Según las primeras informaciones con las que cuentan los militares, los explosivos fueron colocados y activados por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), señaló un comunicado del Ministerio de Defensa.

Los heridos en la explosión ya fueron evacuados y se encuentran en centros asistenciales en recuperación.

El comandante del Ejército, general Jaime Lasprilla, se desplazó a la zona para conocer de primera mano los hechos y dirigir las operaciones.

"La información que tenemos es que el hecho ocurrió en la vereda de Santa Lucía, que hace parte del corregimiento El Aserrío, en la zona de El Catatumbo", dijo a Efe el personero de Teorama, Ever Pallares.

El aparato, perteneciente a la Brigada Móvil No. 33 del Ejército, llevaba 15 militares a bordo, según medios locales.

Diferentes fotos publicadas por varios de esos medios muestran la aeronave completamente destruida por la explosión.

Al parecer, el helicóptero se dirigía a la zona de Filo Guamo, donde técnicos de la petrolera estatal Ecopetrol trabajan en la reparación de un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, dañado la semana anterior en un ataque guerrillero.

En la zona en que murieron los militares, que hace frontera con Venezuela, operan las guerrillas de las FARC, del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), que según las autoridades se dedica principalmente al narcotráfico.

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