El Papa Francisco aclaró hoy que los sacerdotes, obispos o fieles cristianos que hablan sobre la pobreza no son comunistas, porque sin esta condición no se entendería el mensaje de Cristo.
Durante el sermón de su misa matutina, celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta, el líder católico reconoció que la pobreza puede convertirse "en una palabra incómoda".
Advirtió que una "regla de oro" de los cristianos es que la riqueza de corazón "llegue a los bolsillos" e impulse a la caridad bien entendida, porque "la fe que no llega a los bolsillos, no es una fe genuina".
Según Jorge Mario Bergoglio, la verdadera caridad no se trata de realizar "obras de beneficencia" que reconoció como "buenas" y "humanas", pero estableció que la verdadera pobreza cristiana es cuando uno dona de lo propio y no de lo superfluo o lo que le sobra.
"Yo doy de lo mío y no de lo superfluo, incluso de lo necesario, al pobre, porque sé que él me enriquece. ¿Y por qué me enriquece el pobre? Porque Jesús ha dicho que él mismo está en el pobre", indicó.
"Ésta es la teología de la pobreza; por ésto está la pobreza en el centro del evangelio; no es una ideología. Es precisamente este misterio, el misterio de Cristo que se abajó, se humilló, se empobreció para enriquecernos", agregó.
Precisó que ser pobre de espíritu es "ir por el camino del Señor" quien se sigue humillando, "abajando" constantemente "en el memorial de su pobreza", convirtiéndose cada día "en el pan que enriquece".