Un comandante de la policía colombiana murió el viernes cuando fue emboscado junto con varios agentes al parecer por miembros de las FARC, se informó oficialmente.

El coronel Alfredo Ruiz Clavijo, comandante en Ipiales, en el departamento de Nariño, se desplazaba en un automóvil en el área rural del municipio de Córdoba, en el sur de dicho departamento, tras haber participado en un consejo de seguridad de la población de Puerres, señaló la policía nacional en un comunicado dado a conocer el viernes en la noche.

Según la policía, este hecho terrorista se le atribuye al frente 48 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. En la acción también murió otro policía, aparentemente el que conducía el automóvil.

"La policía rechaza el cobarde ataque del fue víctima una patrulla de la institución que se desplazaba del municipio de Córdoba, Departamento de Nariño, luego de asistir a un consejo de seguridad en el municipio de Puerres" , se afirma en el comunicado.

Horas antes de este hecho, dos civiles resultaron heridos en el ataque a una patrulla de la policía en el sur de Colombia, parte de una serie de atentados que desde hace días golpea a la infraestructura y a las fuerzas del orden.

Según la versión policial, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta lanzaron un artefacto de fabricación casera contra un vehículo oficial en movimiento, lo que le provocó heridas a un anciano y a un niño.

"En esta zona del departamento delinque el frente primero de las FARC, quienes siempre han atentado contra la comunidad y la fuerza pública" , dijo el coronel Julián Ignacio Lemos, comandante de la policía de Calamar, en el departamento de Guaviare, donde se produjo el ataque.

En las últimas semanas se han multiplicado los ataques atribuidos a las FARC, que desde hace más de dos años mantienen conversaciones con el gobierno para alcanzar un acuerdo de paz.

Tres policías murieron el jueves en el departamento de Cauca en un atentado con explosivos que el ejército atribuye a esa guerrilla.

De las 20 acciones de las FARC contabilizadas por la Defensoría del Pueblo hasta el 7 de junio, por lo menos 13 fueron contra la infraestructura energética, vial y petrolera. Por ataques a las torres de energía en Buenaventura estuvieron sin luz 400.000 personas, en Tumaco 250.000 y en el Caquetá 457.000.

Antes de cumplirse las 48 horas sin energía en Caquetá, se reestableció el viernes el servicio, indicó a The Associated Press el gerente general de Electro Caquetá, Gerardo Cadena.

"Afortunadamente todo el departamento del Caquetá tiene de nuevo su energía eléctrica... ya las torres derribadas están reparadas" , afirmó.

En Tumaco se realizó el viernes una marcha pacífica en protesta por los últimos ataques.

"Convocamos a unos 8.000 habitantes de Tumaco para realizar una marcha del silencio en protesta por los actos violentos contra nuestra población hechos por las FARC. El recorrido se hizo alrededor de cinco kilómetros, donde participaron niños, estudiantes, la Iglesia" , dijo telefónicamente a la AP el alcalde Victor Gallo.

Gallo indicó que los servicios de luz y agua "ya están normalizados, pero lo que nos preocupa ahora es contener la contaminación de nuestro río Cuanipe debido a que el jueves las FARC dinamitaron un tramo del oleoducto trasandino y derramaron unos 5.000 barriles de crudo" .

El presidente Juan Manuel Santos, que se encuentra en una gira por Europa, sostuvo el viernes que "si la guerrilla realmente quiere la paz, lo que tiene es que buscar que la gente les crea que van en el camino de la paz" y no cometer estos ataques.

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